Parece que poco a poco las aguas van volviendo a su cauce y, tras tomarse un tiempo en su matrimonio, ahora vuelven a formar una familia unida. Así lo demuestran al menos Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones que después de disfrutar de unos días de descanso y relax en las playas de Palma Mallorca, han puesto rumbo a Israel en compañía de sus hijos, Dylan, de 13 años, y Carys, de 11. ¿El motivo de su viaje? Celebrar junto al Muro de las Lamentaciones el 'Bar Mitzvá' de su hijo mayor, una ceremonia equivalente a la comunión y que en el judaísmo se realiza a los 13 años, edad en la que el menor pasa a ser espiritualmente adulto.
Llegaron a Jerusalén el pasado jueves y se hospedaron en la suite presidencial del histórico Hotel King David, con un precio de unos casi 4.000 euros la noche, según informaron varios medios locales. El acto tuvo lugar, según el diario Yediot Aharonot, en uno de los túneles junto al mayor santuario judío, que fue especialmente abierto para la ocasión.
De acuerdo al diario judeo-estadounidense Forward, que una vez a la semana se publica en combinación con el Haaretz, la familia celebró una primera ceremonia en mayo en Nueva York y con este viaje quería completar la tradición de muchos judíos que viven fuera de Israel de hacerlo también frente al santuario que recuerda el bíblico templo de Jerusalén.
El origen judío de la familia Douglas (originalmente, Danilovich) se remonta a los abuelos del actor y director, que emigraron de Bielorusia a Estados Unidos a principios del siglo XX. El también actor Kirk Douglas, padre de Michael y abuelo del menor, regresó a sus raíces judías hace quince años, lo que puede haber influido en la decisión de su nieto en relación con una de las dos ceremonias religiosas más importantes del judaísmo.
"¡Viva España!"
Esas fueron las palabras que Michael Douglas escribió en su perfil personal de Facebook junto a varias instantáneas de su viaje a Palma Mallorca que compartió con sus seguidores. En las fotos, que fueron realizadas por su propia mujer, aparece el actor disfrutando de los maravillosos parajes de S'Estaca, donde Douglas tiene una casa que comparte con su ex mujer, Diandra.