Celebrarán el próximo 25 de junio su octavo aniversario de boda y lo harán convertidos en una de las parejas más consolidas de Hollywood, pero mientras llega el momento de festejar esta fecha, Nicole Kidman y Keith Urban disfrutan de la familia que han logrado formar. Distanciados por cuestiones laborales, Nicole en Australia donde rueda la película independiente Strangerland, y Keith en Los Ángeles, donde el cantante ejerce de jurado en reality musical American Idol, la pareja intenta no pasar demasiado tiempo separada, por su propio bien, y por el de sus dos hijas, Sunday Rose, de cinco años y Faith Margaret, de tres, quien en esta ocasión se encuentran en Sídney junto a su mamá.
Aprovechando un hueco en sus compromisos laborales, Keith Urban, quien ha definido a Nicole en una televisión australiana como una madre y esposa increíble, voló hasta Australia para reencontrarse con su familia. Felices de estar de nuevo juntos, la pareja acompañada por sus dos hijas y por una de las sobrinas de la actriz, Sybilla, la hija pequeña de su hermana Antonia Kidman, conocida en Australia como conductora y periodista de éxito, acudieron a la ópera de Sídney para disfrutar de la obra infantil El increíble niño come libros.
Ellos conjuntados en negro y las pequeñas en verde, la pareja volvió a regalarnos una estampa de lo más familiar, en la que pudimos comprobar las buenas migas que han hecho Sunday Rose y su primita, Sybilla, de siete años. Y es que, cada vez que se juntan, se vuelven inseparables. No cabe duda de que para Nicole Kidman lo primero es su familia. Desde que se casó con Keith Urban, en junio de 2006, la sonrisa de la ex de Tom Cruise resplandece con más fuerza.