Irradiando felicidad y sin poder dejar de sonreír, así ha abandonado Amaia Salamanca la clínica Ruber Internacional de Madrid, donde hace sólo dos días dio a luz a su primera hija. Muy guapa con una coleta informal y luciendo figura con unos ajustados leggings negros, camisa verde militar y botas altas de ante, la actriz española se mostró muy emocionada y no dejó de dar las gracias por todas las felicitaciones y el cariño que ha recibido tras el nacimiento de su pequeña, a la que llevaba bien tapadita con una mantita de color blanco.
"Gracias, muchas gracias", repitió la actriz en varias ocasiones. Y es que como ella misma confesó hace unas semanas, está viviendo uno de los momentos más especiales de su vida y la llegada de su hija les ha colmado de felicidad. "Estoy muy feliz, muy contenta, todo va estupendamente y toco madera para que siga así", aseguró emocionada recientemente.
Tras ellas, salió el orgulloso papá, Rosauro Varo, que también quiso agradecer a todo el equipo médico que les ha ayudado y acompañado estos días durante su estancia en la clínica. El empresario sevillano se subió a un coche negro ocupando el asiento del copiloto, mientras que Amaia y la recién nacida se encontraba en la parte de atrás del vehículo, poniendo rumbo a su casa para empezar su nueva vida junto a su recién nacida.
Amaia ha estado trabajando hasta los últimos días. De hecho, hace menos de dos semanas podíamos ver a la actriz rodando algunas escenas de la exitosa serie de Antena 3 Velvet, en la que adaptaron específicamente un papel para ella debido a su avanzado estado de gestación. "Si me quedo en casa me agobio, además lo están adaptando todo para que me resulte muy sencillo", nos confesó cuando la acompañamos en una noche de rodaje junto a sus compañeros de reparto de la serie.
Discretos y muy unidos, Amaia y Rosauro han consolidado día a día una relación que comenzó hace tres años. La llegada de este bebé es el broche de oro a una historia de amor que todo apunta a que podría culminar en boda.