En el festival de Vitoria, día sí, día también los aficionados a la pequeña pantalla tiene una estrella a la que admirar. Cámara de fotos y boli en mano, fueron decenas las personas que flanquearon el paseillo de los actores la pasada noche hasta el Teatro Principal, sin duda una de las veladas más concurridas en la ciudad vasca. Y es que no todos los días se puede ver de cerca a dos de los actores más admirados y deseados del cine que en Galerías Velvet viven además una bonita historia de amor. Miguel Ángel Silvestre y Paula Echevarría encabezaron la caravana de la nueva ficción que promete ser el exitazo de la temporada.
Fiel a su elegancia, la mujer de David Bustamante acaparó todos los piropos con un vestido de manga larga y escote pico, con adorno de pedrería alrededor, y un moño bajo en un intenso color rosa fuerte. Simpática, cercana y sin dejar de responder con una sonrisa a las peticiones de los fans, Paula compitió con su compañero Miguel Ángel con los flashes. El que fuera el narcotraficante más deseado de la pantalla en Sin tetas no hay paraíso sigue arrastrando una legión de incondicionales a las que nunca decepciona. Él hizo su particular paseillo con un traje de pequeños cuadros, para posar con su compañera de reparto y demostrar lo bien que se llevan con un cariñoso beso en la mejilla. “Tener a Paula como compañera es una maravilla. Tenemos mucha química en el set de rodaje y eso se verá en nuestro trabajo. Ella es una actriz estupenda” comentó.
Pero Galerías Velvet esconde mucho más. Aitana Sánchez Gijón, con un vestido estampado de lunares, Manuela Velasco, otra de las habituales del cine más joven, y Maxi Iglesias desataron si cabe un poco más la locura esa noche. Pero es que claro, horas antes había sido el estreno de la quinta temporada de Águila Roja con otros guapos oficiales, David Janer y Miryam Gallego, y es que la ciudad estos días es un auténtico hervidero de caras conocidas.
En Galerías Velvet seremos testigos de la historia de amor entre Ana (Paula Echevarría) y Alberto (Miguel Ángel Silvestre), ella costurera y él el dueño de unos grandes almacenes. Se conocen desde niños, pero su amor es imposible ya que ambos están separados por la barrera social. Águila Roja volverá a trasladar al espectador a una época de aventura, peligros e intrigas en la que su protagonista seguirá luchando contra los abusos de los poderosos para intentar mejorar la vida de los habitantes de la villa.