Brad Pitt y Angelina Jolie se encuentran en Japón y no precisamente para disfrutar de unas merecidas vacaciones. La pareja aterrizó el domingo en el aeropuerto internacional de Tokio junto a tres de sus seis hijos, Pax, de nueve años y los gemelos, Knox y Vivienne, de cinco. Los Pitt-Jolie fueron recibidos por una multitud de seguidores, ansiosos por lograr un autógrafo o una foto de sus ídolos. A pesar del largo viaje, los actores no dudaron en acercarse a ellos con la mejor de sus sonrisas.
Angelina, vestida totalmente de negro y oculta tras unas oscuras gafas de sol, era la viva imagen de la felicidad. A sus 38 años, la actriz ha superado con éxito la doble masectomía a la que se sometió a principios de años para reducir las posibilidades de padecer un cáncer de mama. Brad tampoco podía ocultar su felicidad. Pendiente de sus gemelos, el actor miraba orgulloso a su 'chica' mientras ésta recibía las muestras de cariño de sus fans nipones. Sin embargo, Angelina tuvo que compartir protagonismo con su hijo Pax, que llamó la atención a su llegada al llevar su inseparable oso de peluche morado. Quienes no acompañaron a la pareja en este viaje fueron sus otros tres hijos, Maddox, Shiloh y Zahara, que se quedaron en Estados Unidos.
El motivo de su estancia en Japón es la promoción de la nueva película del actor, World War Z (Guerra Mundial). Sin embargo, la actriz también ha aprovechado el viaje para dar un discurso como embajadora de ACNUR para denunciar los abusos sexuales en zonas de guerra. Para la ocasión, Angelina optó por un vestido largo sin mangas negro y una coleta que dejaba al descubierto su bello rostro. Durante el acto, se proyectó En tierra de sangre y miel, la primera película como directora de la actriz ambientada en la guerra de Bosnia.
Por la noche, la pareja se vistió de gala para acudir a la premiére de World War Z y una vez más demostraron estar locamente enamorados. Brad y Angelina se regalaron numerosas miradas y gestos de complicidad, como éste capturado por los fotógrafos. La actriz apostó de nuevo por el color negro aunque con un vestido mucho más sexy. Con un hombro al aire y su bonita melena suelta, Angelina volvió a dejar claro por qué es una de las mujeres más bellas del séptimo arte.
Angelina ha vuelto pletórica al trabajo. Antes de volar a Japón, la actriz se desplazó hasta Hawai para buscar localizaciones para su segundo filme como directora. Una película que narra la historia de Louis Zamperini, un atleta olímpico que se convirtió en un prisionero de la Segunda Guerra Mundial. “Para mí es un héroe y y ahora estoy orgullosa de decir que es un buen amigo mío. Supone un profundo honor para mí poder contar su extraordinaria historia, y daré lo mejor de mí para darle la película que merece”, declaró Angelina.
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