No le gustan las grandes celebraciones ni las fiestas excesivamente pomposas, sin embargo, sabe que su profesión requiere en ocasiones acudir a estrenos o presentaciones en los que tiene que ponerse sus mejores galas para desfilar por la alfombra roja. Keira Knightley prefiere ponerse algo cómodo y aprovechar para pasar un tiempo con los suyos o perderse paseando abrazada a su chico. De hecho, es una mujer sencilla a la que no solemos ver en los eventos públicos a los que muchas de sus compañeras de profesión asisten día si y día también.
Por todo ello, su boda no iba a ser algo diferente. La actriz se ha casado este fin de semana con el músico James Righton y, fiel a su estilo y forma de vida, se han dado el 'sí, quiero' en una boda sencilla en el Ayuntamiento de Mazan, población de la Provenza francesa, en la que han estado acompañados de tan sólo once invitados, entre los que se encontraban sus familiares y amigos más cercanos.
Radiante y saltando de alegría, Keira eligió para su gran día un sencillo vestido palabra de honor con falda tipo tutú, que combinó con unas bailarinas de color crema y chaqueta de tweed en tonos claros, un conjunto que la actriz ya lució en una fiesta previa a los premios Bafta de 2008, obra de su amigo y diseñador de la casa Chanel, Karl Lagerfeld. Y es que como bien había dicho ella hace algunos meses no pensaba gastar su tiempo buscando un vestido. "Yo no necesito tener el vestido perfecto, prefiero invertir el tiempo en disfrutar de mi compromiso".
En cuanto al peinado, Knightley eligió una corona de flores. Sencilla y romántica, dos de los adjetivos que siempre acompañan a la actriz. "Mis padres llevan juntos 40 años. Se pelean pero se quieren. No sé cómo serán los primeros meses o los primeros años, pero creo que una relación se hace más fuerte a medida que pasan los años y espero poder experimentarlo", aseguró la protagonista de Anna Karenina a la revista Marie Claire.
Varios días de celebraciones
Ya convertidos en marido y mujer, Righton y Knightley, que es imagen de la fragancia Coco Mademoiselle de Chanel, abandonaron el ayuntamiento ante el aplauso de sus invitados y se subieron a un Renault Clio de color plateado que probablemente les llevaría a la casa de campo de la actriz, donde celebrarán por todo lo alto su enlace este fin de semana e intercambiarán sus votos en compañía de muchos más invitados, entre ellos, la también actriz Sienna Miller. "Fue una ceremonia muy emotiva", dijo una fuente según recoge el Daily Mail. "Keira parecía muy conmovida y no pudo evitar las lágrimas de felicidad. Era un día soleado y sin una nube en el cielo. Cuando salieron, hubo gritos de "¡Bien hecho, Keira", pero había tan pocas personas presentes, que no hicieron mucho ruido", añadió.
Debido a la legislación francesa, no serán marido y mujer oficialmente hasta que no hayan firmado el registro en Reino Unido, algo que está previsto que tenga lugar la próxima semana y así, aprovecharán para volver a celebrar su boda con otra fiesta.
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