Angelina Jolie volvió al trabajo como embajadora de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR). La actriz ha viajado a la República Democrática del Congo y a Ruanda para defender los derechos de las mujeres en las zonas de guerra. Acompañada por el ministro británico de Exteriores, William Hague, la actriz visitó el campamento Nzulo en el Congo y escuchó testimonios de mujeres que habían sido violadas o maltratadas por las milicias de estos países.
El objetivo de su viaje es luchar contra la violación como método de guerra en conflictos armados. “Queremos persuadir a los Gobiernos para que den a este problema toda la atención que merece”, ha precisado la actriz, que eligió un atuendo para no llamar la atención de camisa blanca y pantalón negro y, como es lógico, no lució su anillo de compromiso, que cambió por una modesta alianza durante su visita al campamento de refugiados.
Desde mayo del año pasado la actriz se ha sumado a la iniciativa gubernamental de Reino Unido destinada a la lucha contra la violencia sexual en zonas de guerra en todo el mundo. Esta iniciativa solidaria surgió a raíz de rodar En la tierra de sangre y miel, filme que supuso el debut como directora de Jolie. En él cuenta una historia de amor con el trasfondo de la guerra de Bosnia y muestra las ejecuciones y la violación sistemática de mujeres musulmanas y croatas.