La lluvia no impidió que las estrellas brillaran anoche en la ceremonia de entrega de los premios Bafta. Paraguas en mano, los actores se encargaron de poner buena cara al mal tiempo y hacer su particular paseíllo en la alfombra roja, esquivando las gotas que a más de uno y de una acabaron decorando su vestido. Por allí paso Javier Bardem, pero lo hizo sin Penélope Cruz, a quien si vimos el año pasado en esta misma gala. El actor español optaba al premio de mejor actor secundario por Skyfall, la última de James Bond, galardón que finalmente se lo llevo Christopher Waltz, por su trabajo en Django desencadenado de Quentin Tarantino. "Todo empieza y termina con Quentin. Más allá de todo y todos quiero darte las gracias por tu confianza incondicional, demonio", dijo el actor austríaco, que provocó la risas del público.
Javier Bardem ya tiene un Bafta, el que obtuvo en el año 2008 por No es país para viejos, así que la derrota fue triste pero no tan amarga como cabría suponer si hubiera sido la primera vez. Así que nuestro actor se marchó sin premio y sin Penélope, de quien la prensa estadounidense ha especulado que estaría esperando su segundo hijo.
La misma suerte que Bardem tuvo Paco Delgado, responsable del vestuario de Les Miserables, que vio cómo Anna Karenina se llevaba el ansiado trofeo por los trajes que resucitaron la Rusia zarista.
Pero si la noche tuvo una clara protagonista esa fue la película Argo, de Ben Affleck, que se consagró como la gran favorita a los Oscar al imponerse en las grandes categorías de los premios del cine británico frente a Lincoln de Steven Spielberg.
A solo dos semanas de los grandes premios de Hollywood, la Royal Opera House de Londres se convirtió en el oráculo de lo que podremos ver en la lucha por las estatuillas doradas en una ceremonia que estuvo presentada por el británico Stephen Fry y en la que no faltaron las sorpresas.
Argo se llevó a casa algunos de los premios más importantes, los de mejor película, director y montaje, lo que obligó a subir a Ben Affleck en dos ocasiones al escenario. "Es una segunda oportunidad que me ha dado la industria, estoy tremendamente agradecido y orgulloso", aseguró el director, que se mantuvo en silencio al recoger el premio a mejor película.
En su lugar hablaron los productores de la cinta, George Clooney y Gran Heslov, que alabaron el trabajo de Affleck y se preguntaron qué hará en su "tercer acto" después de Argo.
Lincoln fue la gran perdedora de la noche ya que, pese a encabezar las nominaciones con un total de diez, sólo consiguió un premio.
La Academia británica solo reconoció el trabajo de Daniel Day-Lewis como Abraham Lincoln en la cinta sobre el presidente estadounidense que abolió la esclavitud, firmada por Steven Spielberg.
Day-Lewis bromeó sobre los rumores que le señalaban como favorito y destacó al resto de nominados, Ben Affleck, Bradley Cooper, Joaquin Phoenix y Hugh Jackman, de quienes dijo que merecían el premio "tanto o más" que él.
Emmanuelle Riva, de 85 años, ganó el galardón a mejor actriz por Amour, el demoledor drama sobre la vejez de Michael Haneke, que también se llevó el Bafta a mejor película de habla no inglesa, si bien ninguno estuvo presente en la gala.
La otra triunfadora de la noche por número de premios fue Los Miserables, que acumuló cuatro: mejor maquillaje, mejor edición de sonido, mejor actriz secundaria y mejor diseño de producción.
Como se esperaba, Anne Hathaway recogió el premio a mejor actriz de reparto por su interpretación en el musical de manos de George Clooney, que superó la enésima broma sobre su atractivo físico por parte de Fry, muy activo con sus dardos hacia los actores.
Hathaway agradeció a sus compañeros su "inmenso corazón de oro" y destacó a Hugh Jackman, con quien ya cantó en los Oscar de 2008, la primera vez que ambos cantaron juntos.
Skyfall, la última cinta de la saga de James Bond, también rompió los pronósticos al lograr el premio a mejor película británica. Su director, Sam Mendes, aprovechó para agradecer al protagonista, Daniel Craig, su "valentía y amistad" a la hora de llevar adelante el rodaje. No fue el único premio para la cinta, que también ganó el Bafta a mejor banda sonora original.
Quentin Tarantino subió al escenario para recoger el Bafta a mejor guión original por Django desencadenado y aprovechó su discurso para agradecer a sus actores que "acometieran la tarea de enfrentarse a sus diálogos" marcados en esta película por el fuerte acento del sur estadounidense.
En la categoría de mejor guión adaptado triunfó El lado bueno de las cosas, protagonizada por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, el único premio que cosechó de los tres a los que aspiraba y que justificó su éxito en la base "emocional" a la que apela su historia.