Jennifer Lawrence es la actriz del momento y a la que todos los diseñadores desean vestir. Anoche era una de sus citas más importantes de la temporada de premios y eligió un diseño azul marino de corte sirena de Dior para su desfile en la alfombra roja de los Premios del Sindicato de Actores. Hasta ahí todo bien.
Lawrence, de 22 años, desplegó todo su elegancia y encanto a su llegada a la entrega de premios, en la que volvió a repetir diseñador tras su paso por los Globo de Oro. Sin embargo, esta vez los nervios le jugaron una mala pasada. Al oir su nombre como ganadora, una emocionada Jennifer se puso de pie y se enganchó su vestido dejando las piernas al descubierto. Tan sólo fue un segundo, pero lo suficiente como para que Nicole Kidman o Marion Cotillard pusieran cara de asombro al ver lo ocurrido.
Su modelo se desmontó y se dividió en dos partes, dejando ver el forro de gasa transparente del vestido. Rápidamente, la joven actriz supo salir del paso y recomponerse con naturalidad para subir al escenario y recoger el galardón a la mejor actriz por El lado bueno de las cosas de manos de su compañero de reparto, Robert De Niro. Una simple anécdota que quedará para la posteridad de los premios SAG, pero que no restó importancia a su galardón. Jennifer Lawrence quiso dedicarle el premio a todo el equipo, entre ellos a Bradley Cooper “por hacerle la vida mejor cada día”.