Después de cuatro años juntos y una hija en común, Halle Berry y Gabriel Aubry decidieron poner punto y final a su relación a principios de 2010. Desde entonces, la actriz y el modelo francés, que nunca llegaron a casarse, se han dedicado en cuerpo y alma al cuidado de la pequeña Nahla, que ya tiene cuatro añitos. "Su felicidad y bienestar es lo más importante para nosotros", aseguró Aubry. Y la ex pareja lo está cumpliendo al pie de la letra.
A pesar de la dura batalla legal que mantienen por conseguir la custodia de su hija, parece que han decidido dejar sus diferencias a un lado y centrarse en conseguir lo mejor para Nahla, a pesar de que para ello tengan que verse más a menudo de lo que les gustaría. Así, a principios de esta semana, Halle y Gabriel llevaron a su hija a disfrutar de una jornada en un parque de Simi Valley (California) que estaba decorado con calabazas y divertidas atracciones para los más pequeños con motivo de la próxima fiesta de Halloween.
Según aseguran algunas fuentes, la tensión entre la actriz y el modelo se palpaba en el ambiente y, a pesar de que los dos se encontraban en el parque, no estuvieron lo suficientemente cerca como para que las cámaras de los periodistas pudieran fotografiarles juntos.
Viendo estas instantáneas parece que la que fuera una de las chicas Bond más explosivas, se reencontró con su pequeña en el parque y se fundieron en un efusivo abrazo, que demuestra lo mucho que Nahla quiere a su madre y lo que la echa de menos cuando no está con ella. Además de divertirse en las atracciones del parque, la pequeña comió golosinas y disfrutó de la compañía de varios amigos de su edad con los que jugó con las calabazas y se lo pasó en grande.
Comprometida con Olivier Martínez desde el pasado mes de enero, lo último que conocemos sobre la batalla que la actriz mantiene con el modelo por la custodia de su hija es que Berry deberá pagar a su ex algo más de 15.000 euros por la manutención de la pequeña. El principal motivo de sus diferencias es que Aubry quiere que Nahla viva con él, mientras que la intérprete asegura que será mucho mejor por el bien de la niña que viva con ella y con Olivier en París, alejada de los focos y miradas indiscretas. "Gabriel y yo queremos a nuestra hija más que a nuestras vidas. Ambos sabemos que un niño necesita a sus dos padres, y, aunque como pareja no hayamos funcionado, lo que queremos es llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ella", confesó Halle el año pasado.