La presencia de la actriz Amaia Salamanca junto a su novio, el empresario sevillano, Rosauro Varo, en un acto religioso en Sevilla, ha disparado las alarmas de que la pareja pudiera estar pensando en pasar por el altar. El pasado domingo, la guapa pareja asistió a la toma de posesión del sacerdote sevillano, Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, como nuevo párroco de la Parroquia de Santa María de las Flores, situado en el barrio sevillano de Pío XII.
El empresario, gran amigo del sacerdote sevillano, no quiso perderse este importante acto, en el que una vez más se dejó ver con su chica, Amaia Salamanca, con la que lleva ya más de dos años de relación. Así, Amaia y Rosauro acompañaron en este importante día a su gran amigo Ignacio Sánchez-Dalp, conocido por celebrar las bodas de la alta sociedad, entre ellas el pasado 5 de octubre el enlace de la duquesa de Alba y Alfonso Diez e igualmente también fue el encargado de celebrar la ceremonia religiosa entre Cayetano Martínez de Irujo y la mexicana Genoveva Casanova en el Palacio de Las Dueñas.
¿Será la próxima la de la actriz Amaia Salamanca y el empresario, Rosauro Varo? Una incógnita que de momento no está confirmada por ninguna de las partes pero la presencia y la asistencia a la toma de posesión del sacerdote sevillano ha hecho pensar que la pareja podría estar pensando en dar un paso más en su relación. Lo cierto es que la relación entre Amaia y Rosauro va viento en popa y a toda vela y las cosas no le pueden ir mejor a los dos tanto en el plano personal como en el profesional. Amaia afronta la nueva temporada de la serie Gran Hotel y a su novio los negocios no le pueden ir mejor.
Quien también coincidió con esta pareja de guapos fue Alfonso Diez que asistió sólo, pues la duquesa de Alba se encontraba en Madrid para acompañar a su hija Eugenia, quien ayer se veía las caras en el juzgado con exmarido, Francisco Rivera Ordóñez por la custodia de Cayetana.
Terminada la ceremonia, que duró tres horas, el duque de Alba se acercó a saludar amablemente y a charlar con Amaia, por la que siente gran aprecio, ya que es un auténtico cinéfilo y le apasiona todo lo relacionado con el mundo de la interpretación. Después se sumó a la charla Rosauro, que había firmado como testigo de la toma de posesión de su gran amigo Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp. Finalizado el acto, Amaia y Rosauro se sumaron a la celebración por la toma de posesión mientras que Alfonso Díez prefirió retirarse.