Mientras que para el resto de los mortales el paso del tiempo se ve reflejado en las canas, las arruguitas y los conocidos popularmente como achaques, Winona Ryder parece haber encontrado el elixir de la juventud. A sus 41 años la actriz parece no haber pasado de la treintena y luce tan espectacular como "antaño".
Winona presentó ayer en la 69ª edición del festival de cine de Venecia su nuevo trabajo, The Iceman, una cinta de gángsters que la actriz ha presentado fuera de concurso y custodiada atentamente por su compañero de reparto Ray Liotta, quien se ha pegado como una lapa a la actriz durante su estancia en el Lido.
Para Winona Ryder, uno de los grandes talentos del cine de los años noventa gracias a títulos como La edad de la inocencia o Eduardo Manostijeras, esta película significa su vuelta a la gran pantalla, después de protagonizar un papel secundario hace ya dos años en el Cisne Negro. "Ha llegado un momento en mi vida en el que mi prioridad es vivir bien. Solo haré las películas que me compensen dejar mi día a día de lado" confesaba la actriz en la rueda de prensa que tuvo lugar por la mañana en la ciudad de los canales.
Además, Winona Ryder se ha referido indirectamente al parón de su carrera al reconocer que con este papel, por primera vez y a sus 41 años, interpreta a una madre de familia. La actriz interpreta a Deborah, la mujer aparentemente inconsciente del verdadero trabajo de su marido, Richard Kuklinski, personaje real interpretado con brío y solidez por Michael Shannon y uno de los más sangrientos sicarios de Estados Unidos, que fue detenido en 1986.
Ya sobre la alfombra roja y haciendo alarde de su encanto angelical, la actriz se mostró delicada, efímera y algo nerviosa, unos nervios que se disiparon un poco cuando posó respaldada por su compañeros de reparto, entre ellos Michael Shannon, el ya mencionado Ray Liotta y el director del filme Ariel Vromen.
Mostrando su delicada piel de porcelana, la estrella de Hollywood eligió para esta noche de cine, un acertado vestido de encaje negro de Dolce & Gabbana, que la intérprete completó con joyas de Lanvin.
Sergi López se deja ver por Venecia
El actor español Sergi López presentó en el 69 Festival Internacional de Cine de Venecia el filme Tango libre, dirigido por el belga Frédéric Fonteyne y en el que se ve envuelto en un triángulo que deriva en un cuadrado amoroso. En esta película, producción de Francia, Bélgica y Luxemburgo y que participa en "la Mostra" dentro de la sección paralela "Horizontes", López encarna el personaje de Fernand, un preso de una cárcel belga con una particular experiencia amorosa, que termina condicionando su vida dentro de la prisión.
López aseguró además que Tango libre es un "verdadero ejemplo" del encuentro que ha tenido a lo largo de su carrera con personajes "muy bonitos" y afirmó que el filme está por encima de cualquiera de sus protagonistas, porque estos encuentran su sentido gracias a su relación dentro de la trama.
Por su parte Fonteyne, quien ya contó con López para Une liaison pornographique (1999), explicó que en sus filmes suele hablar de amor porque "es la cosa más fuerte, bella y compleja que existe y es lo que nos hace a todos vivir".
Acompañando a Sergi López, en el papel femenino del filme figura la actriz, Anne Paulicevich, quien ayer presumió de tripita de embarazada en compañía de sus compañeros de reparto.