Hacia tiempo que no se recordaba un pregón tan multitudinario en las fiestas coruñesas de María Pita. Venía el irresistible Mario Casas y un ejército de fans conquistó la plaza principal de la ciudad. Nadie quería perderse al actor y mucho menos llegar tarde a esta importante cita con uno de los chicos de moda.
Con un traje de chaqueta azul, al que dio un toque informal añadiéndole una camiseta, Mario se dirigió a sus paisanos, o quizás deberíamos decir paisanas, por cuestiones de mayoría, desde el balcón del palacio municipal, donde estuvo todo el rato acompañado por el alcalde coruñés, Carlos Negreira, quien vivió el primera persona el fervor creado en torno a la figura del actor.
Mario no defraudó al público que se dio cita para escuchar sus palabras, pues derrochó simpatía y naturalidad, demostrando las tablas que ha ido adquiriendo durante estos años de fama. Su espontaneidad y cercanía, son las claves de su éxito que unidas a un físico envidiable han hecho de este joven uno de los actores más deseados en nuestro país.
Con una introducción y un saludo en gallego, el protagonista de la película Tengo ganas de ti, se metió a su público en el bolsillo para más tarde decir: "Este es uno de los papeles más difícil de mi vida". Haciendo un periplo por los actores gallegos que han triunfado en el cine, Mario, que estuvo también acompañado por su madre y su hermano pequeño, contó algunas anécdotas personales creando un ambiente envidiable, digno del mejor final de película.