Su sonrisa delataba la felicidad que le producía reencontrarse por primera vez con su hija tras su divorcio de Katie Holmes. Tom Cruise necesitaba ver a su Suri e hizo un descanso en el rodaje de Oblivion, para reunirse con la pequeña en Nueva York.
Y es que si Tom soñaba con el momento de reencontrarse con su hija, Suri, sin duda, añoraba los brazos de su padre, a los que se aferró fuertemente cuando lo tuvo frente a ella. Con un brazo se sujetaba a su cuello y con el otro agarraba fuertemente su peluche. Padre e hija se dirigieron al hotel Greenwich, donde se cambiaron de ropa y esperaron la llegada de la hermana de Cruise, Cass Mapother, quien llegó con un cargamento de juguetes.
Tom y Katie no tuvieron ningún tipo de contacto durante los 5 minutos que tardo el actor en pasar a recoger a la pequeña, o al menos, esto es lo que ha asegurado la web TMZ.
Tom y Suri fueron vistos por última vez juntos en público el 16 de junio, cuando cenaron en Sushi Samba en Reykjavik, Islandia, junto con Katie, por lo que padre e hija llevaban cerca de un mes sin verse.
Fue sin duda una emotivo reencuentro, a pesar de que Cruise y Suri han estado en contacto continuo por teléfono y video chat, aunque para el actor eso nada tiene que ver con poder abrazar, jugar y besar a su pequeña.
La semana pasada el abogado de la estrella de Misión Imposible, Bert Fields, comentaba que Tom estaba ansioso por estar con su hija, y añadió: "Tom quiere mucho a Suri, tanto como a sus otros dos hijos. Tom es un hombre de familia, dedicado a sus hijos. Ellos son el centro de su mundo". Tanto que Isabella, de 19 años y Connor, de17, han sido los encargados de arropar a su padre en estos difíciles momentos por los que está atravesando su vida personal.
Tras su separación y tan solo dos semanas después de hacerla pública, Tom y Katie llegaron a un acuerdo de divorcio, en el que la actriz se quedaba con la custodia de Suri, sin trascender más detalles sobre la negociación.