Cuando todos pensábamos que Drew Barrymore estaría disfrutando de unas paradisíacas vacaciones en compañía de su recién estrenado marido, Will Kopelman, va la actriz y se presenta en uno de los lugares en donde estamos más acostumbrados a verla, la alfombra roja.
Con un conjunto completamente negro, Drew ha reaparecido públicamente tras su boda en el estreno de Seeking a Friend for the End of the World (protagonizada por Steve Carell y Keira Knightley), aunque en esta ocasión no lo ha hecho con su marido, sino acompañada de un grupo de amigas y compañeras.
Casual, elegante y muy cómoda, la actriz cuenta ya los días para dar a luz al que será su primer hijo, un niño muy deseado por la inolvidable niña de E.T, quien quería encarecidamente convertirse en madre y dar un giro a su vida. "Ella está diciendo a la gente que por fin está lista para llevar una vida más tranquila, enfocada en su familia" aseguraba una fuente a People.
Barrymore vive estos días en una auténtica nube, tras dos matrimonios fallidos, la actriz parece haber encontrado la estabilidad que buscaba al lado del marchante de arte, hijo de Arie Kopelman, es el ex presidente ejecutivo de la prestigiosa firma Chanel. Will, quien se trasladó a vivir con su chica en la finca que la actriz posee en California, ha puesto a la venta su espectacular loft de West Hollywood por, nada más y nada menos, que 700.000 euros. La casa, de 1.548 metros cuadrados, fue construido en el año 2004 y cuenta con dos dormitorios y dos baños.
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