Parpadear un par de veces, mirar a un lado y a otro y comprobar que no es broma, quien quien sale del hotel Palace de Madrid no es otra que Sharon Stone. El Paseo de la Castellana se paralizó ayer durante unos segundos cuando la actriz derrochando glamour, estilo y sobretodo sensualidad abandonó el edificio en una impresionante limusina blanca, que más que pasar desapercibida iba alentando a los transeúntes de que alguien importante iba dentro de ella.
Madrileños, japoneses, ingleses… un gran números de privilegiados fueron testigos ayer de la espectacular belleza de la protagonista de Instinto Básico, quien ha pasado unos días de trabajo, turismo y placer en nuestro país.
La actriz, quien ha viajado hasta la capital española sin la compañía de su joven novio argentino, llegó a Madrid el pasado martes para participar en el programa de televisión de Telecinco Hay una cosa que te quiero decir. La cadena de Vasile la invitó y ella no denegó la oferta. Pero mientras llegaba el día de la grabación, la actriz ha aprovechado el tiempo libre para visitar Madrid, y descubrir su cultura, visitando la exposición de Rafael en el Museo del Prado o el Museo Thyssen, y ha degustado los mejores platos de nuestra gastronomía.
Pero además de disfrutar de la oferta turística de la capital, Sharon también hizo un hueco en su agenda para hacer negocios. Así estuvo reunida con una productora española que al parecer le ha ofrecido participar en una película, aunque se desconoce por completo a que acuerdo han llegado.
El paso de Sharon Stone por nuestro país ha sido sin duda una inyección de glamour hollywoodiense que ha logrado dejar a todos con la boca abierta. Los empleados del hotel Palace se mostraron encantados con la presencia de la actriz, quien ayer abandonaba su alojamiento luciendo piernas enfundada en un vestido morado al que Sharon agregó su toque particular con una chaqueta dorada y unas gafas de sol muy retro. Consciente de las pasiones que levanta a pesar del paso del tiempo, la intérprete se mostró muy amable con todo el mundo y no se fue sin saludar a los extasiados transeúntes.
Sharon Stone es todo amabilidad y saber estar. Una antidiva que se hace querer y que ha aprovechado al máximo su estancia en nuestro país.