Ya lo había dicho: "Lo intentaré de nuevo". Tenía ganas de volver a ser madre y, según ha podido saber en exclusiva la revista ¡HOLA!, no puede ir mejor encaminada: Olivia Molina está embarazada. La hija de Angela Molina y su novio, el también actor Sergio Mur, deseaban mucho la llegada de esta noticia después de que el pasado verano se frustrara su embarazo al poco de confirmarse. Tras la lógica cautela mantenida los tres primeros meses por temor a que se repitiera el mal trago de la anterior vez, la actriz ha querido anunciar en ¡HOLA!, con alegría e ilusión, su estado de buena esperanza. Todo está en orden y ella está tranquila. "Aunque, después de lo que pasó, vamos con mucha más cautela, estoy plenamente convencida de que esta vez va a salir todo bien. Yo me encuentro estupendamente y mi médico me ha dicho que estoy como un roble", nos cuenta, tras posar por vez primera en su casa de Madrid.
—Imagino que la noticia, después de lo que habéis vivido, ha llenado de alegría no solo vuestro hogar, sino también los de vuestras respectivas familias.
Que no te quepa la menor duda. El nuestro es un "baby" que va a traer mucha alegría en nuestras familias por ser el primer nieto para nuestros respectivos padres. Así que si nosotros estamos ilusionados y felices, imagínate como están ellos …¡Locos de contentos!
—Es, además, un niño muy buscado por vuestra parte, ¿no?
—Yo diría que, más que buscado, está viniendo cuando tenía que venir —responde Sergio—. Es lo que nos planteamos una vez nos hemos recuperado de lo que nos pasó y así ha sido.
—¿Os ronda por vuestras cabezas algún tipo de temor?
—No, no. Lo que tenemos es muchísima ilusión, aunque esta vez vamos a ir pasito a pasito, porque esto está empezando.
—¿De cuánto estás exactamente, Olivia?
—Acabo de terminar el primer trimestre y, afortunadamente, está todo en orden y no ha habido sobresalto alguno.
—Antojos seguro que sí.
—No, no, no… No tengo muchos todavía.
—¿Y preferencias por el niño o la niña?
—Nos da completamente igual —asegura, con rotundidad, Sergio—. A nosotros lo que más ilusión nos hace es ser padres. Y como tales, lo que realmente nos importa es que, sea niño o niña, nuestro hijo nazca sano.
—Bien. Decidme, entonces, los nombres que habéis elegido.
Nos vas a perdonar, pero no diremos nada acerca de este tema. Queremos mantenerlo en absoluto secreto tanto con vosotros como con nuestras familias. Y cuando llegue el momento, haremos público el veredicto. Eso sí, como cortesía, te podemos adelantar que no se repetirán los nombres de los padres.
—Lo que no estaría mal, Sergio, es que se pareciese a su madre.
—Ja, ja, ja… A mí me gustaría que saque una buena mezcla de los dos —se adelanta Olivia—. Al menos, que herede el metro noventa de altura de Sergio.
—¿Cómo ves a Olivia? Porque yo la veo radiante y espectacularmente guapa.
—Pues yo no sé si está más guapa, pero lo que sí he notado es una luz especial en su mirada que le ha tornado en una mujer espectacularmente bella.
—Para estar así, casaros.
—Ya llegará o no ese momento, ya veremos —dice Sergio—. Pero los dos tenemos muy claro que el acto de casarnos es mucho menos importante que el tener un hijo y que el compromiso que supone la paternidad es infinitamente superior al de cualquier papel firmado.