Si la semana pasada se sintieron como verdaderas estrellas de televisión cuando asistieron a ver un partido de críquet, donde fueron incluso entrevistados por el canal de deportes de la Fox, esta semana los hijos de Shane Warne y el de Elizabeth Hurley volvieron a convertirse en el objetivo de las cámaras, durante el homenaje que le rindieron a esta estrella del deporte en Australia.
Los hijos de Shane, Brooke, de 13 años, Jackson, de 11, Summer, de 9, y Damian, el hijo de la modelo y actriz, también de 9 años, no quisieron perderse la inauguración de la estatua de bronce que han puesto frente al estadio de críquet de Melbourne, en Australia. Una vez más, el jugador volvió a presumir de guapa prometida y se mostró muy feliz al ver cómo ella y su hijo se llevan muy bien con el resto de su familia, ya que además de sus tres hijos, no quisieron perderse este momento sus padres, Keith y Bridgette, y su hermano Jason.
La familia al completo estuvo en primera fila durante el homenaje y no pararon de hacer fotos y de aplaudir. Sin duda, la imagen de una familia feliz. En diciembre del año pasado, salieron a la luz las fotografías que confirmaban la relación de la pareja y tras superar una pequeña crisis, han seguido adelante y parece que están muy contentos y que sus familias han encajado a la perfección.
“Me encantó ver la estatua de bronce de Shane Warne que han colocado hoy en el MCG (Melbourne Críquet Ground)”, escribía horas después de este acto Elizabeth en su cuenta de Twitter. Esta estatua de Shane es la primera de las cinco estatuas de jugadores que el club tiene previsto colocar en los próximos cinco años frente a este estadio y él se mostró muy emocionado al recibir este homenaje a su carrera deportiva.