Están acostumbrados a ver a sus padres en los programas de televisión, los periódicos o las revistas, sin embargo, por un día, los hijos del jugador australiano de críquet, Brooke, de 13 años, Jackson, de 11, y Summer, de 9, y el de la actriz y modelo Elizabeth Hurley, Damian, de 9 años, acudieron como espectadores de excepción al partido que enfrentó al equipo de Shane, los Melbourne Stars, contra el Sydney Thunder, y se convirtieron en los verdaderos protagonistas del día.
Los hijos de la pareja no sólo disfrutaron de la emoción del encuentro desde el palco, sino que antes de que comenzara tuvieron la oportunidad de pisar el césped e hicieron una entrada triunfal, además de ser entrevistados por el canal de deportes de Fox. La que sin duda se mostró más emocionada con su papel de 'famosa' fue la hija pequeña de Shane Warne, Summer, que convirtió el campo en una pasarela de moda y desfiló bailando y posando de una manera muy divertida, lo que provocó las risas de sus hermanos y del pequeño Damian.
"¡Muchísimas gracias por todos sus mensajes de ánimo! Espero que os podamos ofrecer un buen espectáculo", escribió Shane en su cuenta personal de Twitter antes de comenzar el partido. "Quiero que os aseguréis de darle a mi sexy prometida Elizabeth Hurley una calurosa y bonita bienvenida en el MCG de Melbourne. ¡No hay nada como la primera vez!", añadió.
El jugador australiano se mostró muy orgulloso de la familia que ha conseguido formar junto a Liz, ya podría haberse dado el caso de que sus hijos no se llevaran bien o no congeniaran con la actriz. "Mis hijos y Damian caminando por el campo con Elizabeth. ¡Gracias Stars! Recordarán este día durante el resto de su vida", publicó Shane en las redes sociales.
A pesar de que el equipo de Warne no consiguió la victoria como 'regalo' para su familia, la pareja nos regaló esta romántica imagen, un instante que demuestra que cada día están más enamorados y de la que ya fuimos testigos el pasado mes de octubre cuando anunciaron su compromiso. "Muchas gracias por todas vuestras felicitaciones. Significa mucho para nosotros", escribieron en sus respectivos perfiles personales de las redes sociales. Hace menos de un año que Liz, de 46 años, y Shane, de 41, se enamoraron pero desde entonces se han vuelto inseparables y todo apunta a que están decididos a pasar el resto de su vida juntos.