Angelina Jolie en ¡HOLA!: 'No me levanto todas las mañanas pensando lo guapa que soy, sino intentando ser más inteligente y mejor persona'

Entrevistamos a la mujer más elegante de 2011 y a su atractiva pareja, Brad Pitt

Por hola.com

Si hay una pareja deseada en Hollywood esa es la formada por Angelina Jolie y Brad Pitt. La revista ¡HOLA! de esta semana publica sendas entrevistas con dos de los actores mejor pagados de Hollywood en la plenitud de sus carreras y su vida personal.

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Angelina Jolie, elegida la mujer más elegante de 2011 por nuestro jurado de expertos y considerada una de las mujeres más bellas del mundo, se asoma a las páginas de nuestra revista para hablarnos de su película como directora In the land of blood and honey, de sus hijos y de Brad Pitt, junto a los que forma una gran familia unida que viaja por todo el mundo.

Según se va haciendo mayor, Angelina asegura sentirse más cómoda: “Cuando me miro en el espejo veo a mi madre. Sé como soy, y estoy agradecida por ello, pero no me levanto por las mañanas pensando lo guapa que soy, sino intentando ser más inteligente y mejor persona”.

Su compañero sentimental, Brad Pitt, y sus seis hijos son los ‘culpables’ de la felicidad de Angelina: “Nuestros hijos son estupendos y estamos muy orgullosos de ellos. Brad es un padre extraordinario y un compañero estupendo”. Y añade: “Creo que soy buena madre, amiga de mis hijos; les quiero, hablo con ellos y les apoyo en lo que quieren ser, pero espero aprender cada día a ser mejor madre”.

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Brad Pitt, a sus 47 años, se siente pleno y tranquilo. Ha conseguido la mayoría de sus metas, ha triunfado en el cine y en el terreno personal, y habla de ello con una gran sonrisa. Acaba de ganar el Premio de la Crítica de Nueva York por su trabajo en ‘El árbol de la vida’, pero su numerosa familia es sin duda su mayor gran éxito.

Al lado de Angelina Jolie cumplió el sueño de ser padre de seis niños: “Me siento el hombre más rico del mundo desde que tengo hijos”. Y añade: “El caos en casa me gusta, es más, lo echo de menos cuando hay silencio. Extraño las risas, el sonido de los niños corriendo, algunos peleándose por un juguete, otro gritando ¡papá!. Les echo en falta cada minuto que no están cerca”.