Tras su paso por Bruselas, la ciudad natal del creador de Tintín y donde tuvo lugar el estreno mundial, Las aventuras de Tintín. El secreto del unicornio ha llegado a Madrid. La película dirigida por Steven Spielberg y producida por Peter Jackson nos trae de nuevo las aventuras de Tintín, el reportero de cómic, al que da vida Jaime Bell, popularmente conocido por su papel del niño bailarín Billy Elliot. El actor inglés asegura que el creador Georges Remí "Hergé" se sentiría muy orgulloso al ver el resultado en pantalla de este cómic que auna la habilidad técnica de Jackson y la facilidad para la aventura de Spielberg. Para esta película de animación han utilizado la técnica Motion Capture, en la cual se rueda toda la acción con actores reales, pero luego esas imágenes se transforman en animación. Además de Jamie Bell, en el filme figuran los actores Andy Serkis, que da vida al capitán Haddock, y Daniel Craig, como el villano Sakharine.
Durante la entrevista un simpático y entusiasta Jamie Bell, de 25 años, analiza paso a paso como ha sido su evolución desde que saltara a la fama como el niño bailarín de Billy Elliot hasta la llamada de Spielberg para convertirse en este héroe del cómic que ha cautivado generación tras generación tanto a niños como a adultos.
-¿Cuál fue tu reacción al saber que ibas a ser Tintín? ¿Qué se siente siendo Tintín?
Oh Dios mío, oh Dios mío, Oh Dios mío, esa fue mi reacción. He sido fan de Tintín desde niño, desde los ocho años he leído los cómics y me transportaba a otro lugar. Iba con él, le acompañaba en estas aventuras y quería ser Tintín. Así que tener la oportunidad de darle vida era como algo del destino. Todo encajo a la perfección, además me sentí muy agradecido, emocionado y halagado de que estos hombres Steven (Spielberg) y Peter (Jackson), a los cuales respeto muchísimo, depositaran en mí esta confianza para este papel icónico.
-Háblame de la técnica de rodaje, Motion capture. ¿En qué consiste?
Es un proceso de evolución continua, ya no es tan novedoso, lleva unos diez o doce años y utilizaron una versión de esta tecnología en El Señor de los Anillos, pero sigue evolucionando y los avances son muy rápidos, además la interpretación de los personajes sigue mejorando. El proceso para el actor es muy divertido, puedes conseguir lo que quieras, te sumerge, es un proceso creativo y ademas todo gira entorno a la interpretación, el actor es el hilo conductor y es genial porque te da poder.
-Cuando te eligieron para ser Billy Elliot apenas sabías que querías ser actor y fue este papel el que conquistó a Spielberg. ¿Cómo has logrado asimilarlo todo esto en tan poco tiempo?
No sé, sinceramente estoy satisfecho con el simple hecho de poder trabajar porque podía haber salido mucho peor. Sencillamente se trata de hacerlo lo mejor que puedas, impresionar a los demás y trabajar con personas que realmente han cambiado tu vida, que son contadores de historias. No sé si existe un secreto especialmente al comenzar tan joven a la hora de mantener una carrera, yo creo que no hay secretos. He tenido la fortuna de rodearme de buenas personas y esto es esencial, tener gente a tu alrededor que te apoya por encima de todo. Sin duda Spielberg es una de esas personas, te apoya mucho... es grande. Me siento muy afortunado.
-¿Alguna vez pensaste que podías ser otro niño prodigio que se quedó en la cuneta?
No, no quería ese camino. Tenemos muchos ejemplos de grandes actores de niños que luego han tenido grandes carreras como Christian Bale, así que he aprendido de ellos. He visto cómo toman sus decisiones, cómo se manejan, pero no con la intención de imitarlos sino para que me sirvieran como fuente de inspiración y de motivación. En esta película he podido hacer algo que es pionero en tecnología y es muy emocionante, pero también hacer un drama de época (Jane Eyre) en este mismo año ha sido genial por la flexibilidad y el alcance que he podido tener.