Si la cara es el espejo del alma, podríamos afirmar que el alma de Jennifer Aniston está de lo más feliz y enamorada últimamente. Y es que la actriz, de 42 años, parece haber dejado atrás una dura etapa de fracasos sentimentales que comenzó con su divorcio de Brad Pitt, en 2005, después de cinco años de matrimonio. Tras pasear su amor por las calles de Nueva York sin importarles las miradas y los 'flashes' de los paparazzi , Jennifer y Justin han vuelto a posar para el fotógrafo Terry Richardson (el mismo que consiguió la primera imagen 'oficial' de su relación, el pasado mes de junio), que las ha publicado en su blog personal y en las que es evidente el dulce momento personal que atraviesan.
Luciendo una imagen renovada pero demostrando la misma química que entonces, la pareja regaló estas tiernas imágenes a Richardson en lo alto de una azotea de la ciudad de Nueva York. Jennifer llevaba un pantalón negro y un chaleco del mismo color, que dejaba al descubierto una camisa de corte lencero que le daba un toque muy 'sexy' al conjunto. Se trata del mismo atuendo que la actriz lució en el estreno de 'Five', una serie de cortos realizado con fines solidarios, para apoyar a las personas que sufren cáncer de mama, un proyecto en el que también han colaborado Demi Moore o Alicia Keys.
Viendo lo compenetrados y coordinados que están, incluso en la forma de vestir, nadie diría que su relación comenzó poco antes de verano. Unos meses durante los que se han vuelto inseparables: fiestas, salidas por la ciudad, cenas... Justin incluso acompañó a su novia cuando ésta recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, a principios de julio.
Pero eso no es todo. Durante estos meses, la pareja también la tenido tiempo para tomar una de las decisiones más importantes en una relación: vivir juntos. El lugar elegido ha sido Los Ángeles y la vivienda en cuestión es mucho más 'modesta' de lo que a priori podríamos pensar, ya que se trata de una casa de dos habitaciones. Eso sí, con jardín, piscina, terrazas... Además, está ubicada en uno de los mejores barrios de Hollywood, en las colinas, y tiene unas vistas envidiables. Un 'nidito' que servirá a los protagonistas para seguir escribiendo el guión de su historia de amor.