Desfiló en solitario por la alfombra roja, con un vestido color maquillaje adornado con lentejuelas y unas originales sandalias de color blanco, en el estreno en Londres de su última película, Horrible Bosses, donde comparte cartel con Kevin Spacey, Donald Sutherland y Collin Farrell entre otros, pero Jennifer Aniston no estaba sola en la capital inglesa.
Una vez terminada la premiere, la actriz cambió su vestido de alta costura de Valentino por uno más corto y ajustado de color negro de Alexander McQueen, que combinó con unas sandalias de tacón de aguja de Gucci para disfrutar de la noche londinense en compañía de su nuevo amor, Justin Theroux. Muy compenetrados, relajados y sin soltarse de la mano, se dejaron ver en la fiesta que hubo después del estreno. Y es que desde que comenzaron su relación, hace apenas pocos meses, se han vuelto inseparables y al director y guionista le gusta acompañarla en muchas ocasiones, como cuando hace unos días Aniston dejó sus huellas en el Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard. Siempre prefiere mantenerse en un discreto segundo plano, aunque inevitablemente, desde que salió a la luz su relación con la protagonista de Friends en junio, cuando asistieron juntos a la fiesta de los MTV Movie Awards, todas las miradas se centran en él.
Después de su matrimonio con Brad Pitt y varias relaciones que no llegaron a buen puerto, Jennifer está muy ilusionada con esta relación, pero sobre todo con la idea de ser madre, aunque sea en solitario: "Me encantaría tener hijos algún día. Y sucederá. Estoy dispuesto a ser madre soltera, estoy dispuesta a adoptar". La actriz, de 42 años, y el director y guionista, de 39, se conocieron en otoño durante el rodaje de Wanderlust y ahora están viviendo su propia historia de amor de película.
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