La familia Pitt Jolie al completo ha vuelto a hacer las maletas una vez más y se ha trasladado a Malta, uno de los destinos veraniegos más demandados. La isla mediterránea se convierte estos días en el escenario de la nueva película de Brad Pitt, una historia de zombis titulada World War Z, y por eso todos se han mudado a una lujosa mansión en Qrendi, a sólo unos minutos del océano. Poco después de instalarse, Brad y Angelina dejaron a los niños durmiendo para disfrutar de una noche en pareja en uno de los restaurantes de la capital.
En la Trattoria Da Pippo, en La Valeta, pasaron una velada tranquila en compañía de los compañeros de Pitt en la que degustaron la gastronomía típica de la isla. Jamón, salami, queso de cabra y salchichas maltesas, mejillones, pasta con almejas, erizos de mar, ternera con jamón y salvia, camarones y calamares fritos. Un completo menú para comenzar con fuerza el trabajo al día siguiente. Brad tenía una agenda repleta en el set de rodaje y Angelina tenía también una importante cita con sus hijos.
Para que estuvieran entretenidos les organizó una tarde de lo más divertida. Cada uno cogió su juguete preferido, un enorme muñeco rosa o un coche, y los más pequeños incluso se disfrazaron. Zahara parecía ir de bailarina, con una camiseta y calentadores, mientras que Vivienne iba de princesa y Knox llevaba unas alas en la espalda (parecía una mariquita). Los mayores, Maddox, Pax y Shiloh, quizá no se veían con ganas y prefirieron llevar unos cómodos vaqueros y camiseta. Tenían así lo necesario para pasárselo en grande, ante la atenta mirada de su madre quien se preocupó de colocarles el vestido o ayudarles con los juguetes, en algunos casos, más grandes que los propios niños. Un plan inmejorable, ¿no creen?