¿Quién dijo que con el paso de los años el amor se acaba? Desde que se casaron el 14 de mayo de 1996, el matrimonio de Antonio Banderas y Melanie Griffith no sólo es uno de los más consolidados en Hollywood sino que además son el perfecto ejemplo de una pareja unida gracias a lo que sienten el uno por el otro. Unos sentimientos que se han mantenido intactos tras 15 años de relación en los que como todos los matrimonios han vivido momentos inolvidables que ha compartido con su hija, Stella del Carmen, y otros más complicados en los que la fuerza y el cariño han sido claves para salir adelante.
"Llevo quince años de estabilidad emocional, y eso se lo debo a Melanie. Es mi hogar, es mi familia, es calor, es... muchas cosas", confesaba el protagonista del último filme de Pedro Almodóvar, La piel que habito, en las páginas de la revista ¡HOLA! hace unos meses. Así, este fin de semana la pareja ha aprovechado su visita al Festival de Cine de Cannes para celebrar su 15º aniversario por todo lo alto. Por la mañana, disfrutaron de un romántico almuerzo en el hotel Eden Roc en la localidad francesa de Antibes. Los actores no dejaron de hacerse caricias y Antonio cogió con dulzura la mano de su mujer, un romántico gesto que provocó la sonrisa de Melanie, quien seguramente le dedicaría bonitas palabras al que sin duda es el hombre de su vida.
Depués, Antonio y Melanie cambiaron su look informal por uno más arreglado para disfrutar de la noche en Cannes acompañados acompaños por algunos amigos, entre los que se encontraba la actriz Uma Thurman. Para la ocasión, la hija de la inolvidable Tippi Hedren lució un minivestido negro de transparencias que combinó con unos zapatos de tacón en 'print animal'. Por su parte, Uma prefirió decantarse por algo más cómodo: falda amplia, chaqueta de ante y sandalias planas.
Durante la velada aprovecharon para pasear por las calles de Cannes y visitar algunos de los locales más conocidos de la ciudad francesa. Sin embargo, para la pareja, que llegó al festival tras disfrutar de la Semana Santa en Málaga, era como si estuvieran solos ya que se mostraron tan cómplices y enamorados como el primer día.