Aunque la Croisette lleva varios días siendo testigo del deslumbrante desfile de estrellas por su alfombra roja, una de las actrices más esperadas en la 64º edición del Festival de Cannes era, sin duda, Penélope Cruz. Tras pasar por California, Londres o Moscú, nuestra actriz más internacional ha aterrizado en la ciudad francesa para presentar la nueva entrega de la taquillera Piratas del Caribe.
Penélope, espectacular con un ceñido vestido azul eléctrico por delante y negro por detrás de Stella McCartney y zapatos con un tacón de infarto, lució su mejor sonrisa acompañada por algunos de los actores con los que ha compartido pantalla como Geoffrey Rush o Astrid Berges-Frisbey, y el director del filme Rob Marshall. Sin duda, y al igual que pasó en el preestreno mundial que se celebró el pasado fin de semana en el parque Disneyland de Anaheim (California), con el que más complicidad mostró fue con su compañero y gran amigo Johnny Depp, que volvió a ser fiel a su estilo y nos sorprendió con un look blanco muy 'pirata' en el que no faltó su tradicional sombrero, pañuelo, gafas de sol y originales tirantes.
En esta ocasión, la actriz no estuvo acompañada por Javier Bardem ya que se encuentra en Moscú participando en el ciclo "Homenaje a Rusia, cuna del teatro moderno", donde el protagonista de Biutiful será la estrella invitada en un taller titulado "El actor: preparación y creación", en el que profesionales del teatro español y ruso intercambiarán opiniones y experiencias, y que está dirigido por el director teatral Juan Carlos Corazza, su profesor de interpretación. Precisamente ha sido en este evento donde Bardem ha confesado que en un futuro le gustaría volver a subirse a las tablas y protagonizar una obra de teatro.
Durante la rueda de prensa del filme, que se presenta en el festival fuera de concurso, Penélope confesó que se siente muy orgullosa de sus raíces y que nunca olvida el lugar de donde viene: "Siempre seré una actriz española trabaje allí (en Los Ángeles) o en cualquier sitio". Respecto al paso de los años, la actriz, que el pasado mes de abril cumplió 37 años, reconoció que es algo a lo que no le tiene miedo ya que "cambiar es bueno".
"Los cumpleaños son una cosa muy buena de celebrar. Estoy expectante ante cada nuevo escalón en el camino. Quizás porque vengo de España lo veo de una manera diferente que en sitios como Los Ángeles. Hay muchas cosas que mantengo de mis raíces y esa es una de ellas", respondió la actriz, que confesó haberse haberse sentido "muy cómoda" rodando esta película porque se lo pusieron "muy fácil". "Con Rob había trabajado en Nine, con Johnny en Blow, hace ya casi doce años y estaba deseando repetir con los dos, y de hecho dije que sí antes de leer el guión. Luego vi que era una pirata, una mentirosa y manipuladora, un personaje con muchos colores, y la verdad es que lo he disfrutado mucho", explicó.
Por su parte, Depp reconoció que teme la reacción de los críticos ante el desembarco en Cannes de la cinta, en la que encarna por cuarta vez al pirata Jack Sparrow. "De verdad que me asustan, pero por eso venimos a Cannes", bromeó. Además de la presencia de Penélope, este año el toque español del festival también lo pondrá el director Pedro Almodóvar que intentará conseguir la ansiada Palma de Oro con su último filme, La piel que habito.