Los diseñadores y fotógrafos de todo el mundo se mueren por trabajar con ellas. Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Cynthia Nixon y Kristin Davis representan actualmente la quintaesencia del glamour y la elegancia. En cada capítulo de Sexo en Nueva York nos han dejado muy claro lo que era cool o trendy y hemos soñado viéndolas lucir espectaculares modelos de los más afamados diseñadores.
Carrie Bradshaw, el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker, hizo de los zapatos de Manolo Blahnik (popularmente conocidos como Manolos) un complemento imprescindible para la mujer moderna y junto a sus amigas nos enseñó los locales más modernos de Manhattan.
Pero las cuatro protagonistas de la serie no siempren han sido iconos de glamour y como todas las actrices tuvieron unos comienzos discretos en la meca del cine. Sus físicos también presentaban una apariencia bien diferente a su aspecto actual. Nos sumergimos en el álbum de juventud de las chicas de Sexo en Nueva York 2, que está triunfando en las carteleras de todo el mundo. Sarah Jessica, Kim, Cynthia y Kristin compiten en estilo en las alfombras rojas de cada uno de sus estrenos: de Londres a Japón nadie brilla tanto como ellas.
Sin embargo, Sarah Jessica Parker en su juventud no tenía esa melena ni esa sonrisa tan luminosa. Y tampoco contaba con tanto presupuesto para modelos de Dior, Chanel o Vera Wang, con los que habitualmente aparece en la serie que la ha catapultado a la fama. Con mucho menos estilo y muchas más cejas, la mujer de Matthew Broderick intentaba abrirse paso en el séptimo arte.
Cynthia Nixon, que interpreta a Miranda Hobbes, antes de dar vida a la moderna y agresiva abogada presentaba un aspecto mucho más angelical. Con larga melena rubia y de complexión frágil la pudimos ver en películas como Amadeus, a principios de la década de los 90.
La romántica galerista de arte Charlotte York, Kristin Davis, se dejaba ver a finales de los 80 con unas poco favorecedoras gafas de pasta y una melena ondulada al más puro estilo de la época. Así aparecía en 1987 en el filme Doom Asylum. Mucho más sofisticada resultaba en la exitosa serie de televisión Melrose Place, donde era la malvada Brooke Amstrong.
Aunque sin duda una de las evoluciones más espectaculares es la de Kim Cattrall, la descarada relaciones pública Samantha Jones en la ficción. Ahora, en su espléndida madurez luce una melena en rubio platino pero en la sexta entrega de Star Trek aparecía de morena y con puntiagudas orejas y afiladas cejas por exigencias del guión.