Tiene una de las miradas más seductoras de la gran pantalla y está a punto de regresar a las taquillas metido en la piel de un “héroe” de los ochenta. Bradley Cooper es uno de los protagonistas de la nueva versión de El Equipo A, serie de televisión que arrasó y que vuelve, treinta años después, con más acción y emociones. Para encarnar su papel, Cooper tuvo que entrenar duro y eliminar de su dieta el azúcar y la sal, tal y como cuenta en una entrevista con la revista Details: “Tuve que transformar mi cuerpo. Mientras avanzaba el rodaje, iba consiguiendo mejor forma. Hay una escena de lucha con Liam Neeson hacia el final que es como la cumbre del trabajo. Cuando la volvimos a ver parecía que mi cabeza estuviera pegada a otro cuerpo”.
Seductor y atractivo, es poco amigo sin embargo de contar demasiados detalles sobre su vida privada. Su matrimonio con la actriz Jennifer Esposito duró apenas unos meses, algo de que lo que sólo dice que “fue una experiencia”. La dueña de su corazón es ahora la también actriz Renée Zellwegger, con la que sin embargo, no se prodiga demasiado en público. Tan discreto en sus palabras como en sus apariciones con ella, responde ante las preguntas sobre el tema: “No puedo hablar”.
Pero cuando le mencionan los rumores sobre un posible acercamiento con Jennifer Aniston no duda en contestar de forma tajante. “Leí que me la llevé a mi casa de Bel Air para compartir una cena a la luz de las velas y pensé esto es una locura, jamás ha sucedido”. Lejos de enfadarse se toma los comentarios con bastante sentido del humor. “Tendríamos que salir alguna vez, aunque sólo sea por todas las otras citas que no hemos tenido y que supuestamente han ido tan bien”.
Si su corazón está más que satisfecho y tranquilo, lo mismo ocurre con su trayectoria profesional. No para. Pendientes de estreno están El Equipo A, The Hangover, Which Brings me to you y además Cooper compartirá trabajo en The Dark Fields con uno de los actores más veteranos del panorama internacional, Robert De Niro, alguien a quien admira mucho. “De Niro es una de las razones por las que me convertí en actor. Por alguna razón, desde que soy niño, me sentí muy conectado a él. Me recuerda a mi abuelo”.