Aunque estos días está inmersa en el rodaje de su última película, Salt, Angelina Jolie siempre encuentra un hueco para dedicarse a su familia. Así, para celebrar el nuevo año buscó la mejor compañía y un plan perfecto: se llevó a sus hijos mayores, Maddox, de ocho años, Zahara, de 6, Pax, de cuatro, y Shiloh, de tres, al musical Mary Poppins que esta temporada es uno de los éxitos de Broadway.
Tan abrigados que casi había que adivinar quién se escondía bajo los sombreros de lana y las bufandas, los niños entraron en el teatro para vivir la emocionante aventura. Shiloh y Zahara lo hicieron en brazos de Angelina y Brad Pitt que se turnaron para “cargar” con ellas, mientras que Maddox y Pax jugaron con los fotógrafos, tapándose con sus bufandas. Los únicos que se perdieron la escapada familiar fueron los mellizos Knox Leon y Vivienne Marcheline que, con su apenas un año y medio de edad, se quedaron en casa.
Dado que la actriz tiene la agenda más apretada, fue Brad quien esta semana se ocupó de entretener a los pequeños de la casa con diversas “excursiones”. En una de ellas llevó a Zahara y Shiloh al set de rodaje de su madre, donde les recibió una sonriente Angelina que en esta ocasión interpreta a Evelyn Salt, una agente de la CIA que es injustamente acusada de traición a su país bajo la sospecha de que trabaja para los rusos como espía encubierta. Pero también los “hombres” tuvieron la oportunidad de hablar de sus cosas en Dave & Buster’s, un local neoyorquino en el que se combina una zona de juegos con un parte de restaurante y cafetería. Una tarde de lujo en la que les acompañó el hermano de Brad, Doug, que se marchó cargado de peluches.