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El chalet del director en Gstaad (Suiza) donde podría pasar su arresto domiciliario
Después de varios meses en prisión con intermitentes salidas a causa de sus problemas de salud, Roman Polanski podrá abandonar la prisión de Suiza donde fue encarcelado el pasado 26 de septiembre por un delito de abuso sexual a una menor en 1977. Así lo ha estimado una sentencia del Tribunal Penal Federal suizo, que aceptó el recurso del cineasta que solicitaba la libertad bajo fianza.
Polanski pagará tres millones de euros para salir de prisión, pero quedará bajo arresto domiciliario, privado de sus documentos de identidad y en una residencia bajo un dispositivo de vigilancia electrónica. Los jueces estiman que todas estas medidas cautelares deben ser suficientes para evitar el riesgo de fuga mientras espera una resolución sobre su extradición a EE UU. Posiblemente la residencia que se asignará a Polanski será el chalet que el director posee en la estación de esquí de Gstaad, pero de momento el director continúa en la cárcel a la espera de si se ordena la liberación de Polanski o si se va a recurrir ante el Tribunal Federal de Lausana contra esa decisión.