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Nicole Kidman y su hija, Sunday Rose, de 16 meses, fueron fotografiadas en Nueva York en una de sus escasas apariciones en público. La pequeña, que ha crecido notablemente desde la última vez que la vimos, iba en brazos de Nicole y pareció asustarse al ver los flashes de las cámaras de fotos. A Nicole, que no descuida su imagen ni cuando ejerce de mamá, no sorprendió verla con un elegante vestido negro luciendo tipazo combinando el conjunto con complementos en tonos granate y unos zapatos de tacón. Pese a la lluvia que caía en la Gran Manzana, la actriz resguardó bajo un paraguas a la pequeña, que aunque guarda un gran parecido con su padre, ha heredado de ella su mismo color de pelo y de piel.
Kidman, en uno de los mejores momentos de su vida, junto a su marido, Keith Urban, y después del nacimiento de Sunday Rose, que cumplió un año el pasado 7 de julio. Después de pasar una temporada en su residencia de Nashville, donde recientemente asistieron a varias entregas de premios de la música country, la familia ha viajado a Nueva York por motivos laborales. Por la mañana veíamos a la actriz australiana saliendo de una reunión con un vestido negro y por la noche en compañía de Sunday. Además de su vida personal, el trabajo también le sonríe ya que, dentro de poco, estrenará la película Nine en la que comparte cartel con Penélope Cruz, Marion Cotillard y Judi Dench, entre otros actores, así como muy pronto se pondrá en la piel del marido transexual de Gwyneth Paltrow en The Danish Girl.
Al día siguiente, la familia Urban a la salida del restaurante 'The Oak Room' en el hotel Plaza
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