Michelle Williams y su adorable hija Matilda, como cada mañana, salieron de su casa del barrio neoyorquino de Brooklyn para dirigirse al colegio de la pequeña. La hija del fallecido Heath Ledger, que cumplió cuatro años el pasado miércoles, no se olvidó de su muñeca Cinderella (Cenicienta) para ir a clase y enseñársela a sus amiguitos. Es curioso como a medida que pasa el tiempo aumenta su parecido con Heath Ledger. Matilda, que acompañó a su madre al rodaje de la película Meek's Cutoff, regresó junto a Michelle a Nueva York para celebrar su cumpleaños con amigos. Sus abuelos paternos no pudieron asistir a su cuarta celebración, ya que viven en Perth, Australia, pero pasarán parte de las Navidades con Matilda. Su abuelo Kim Ledger manifestó. “Ella es preciosa, cada vez se parece más a su padre”.
En las últimas imágenes tanto de Matilda como de su madre, Michelle, se aprecia que disfrutan de un feliz momento en sus vidas. “Cada vez estoy más enamorada de mi hija Matilda y pienso que se merece toda mi atención. Nosotras somos afortunadas. Yo trabajo, ella puede ir a un buen colegio. Y puede conocer a su padre de muchas maneras y muchos de sus amigos podrán contarle a ella muchas historias. Sus amigos, su familia fueron y llegaran a ser gran parte de su vida”, revela Michelle, que a pesar del dolor por la muerte de Heath, de nuevo en las pantallas con la película El imaginario del doctor Paranassus, sigue adelante con su vida llena de ilusión y optimismo. La actriz está en pleno rodaje de Meek's Cutoff y tiene dos películas pendientes de estreno, Blue Valentine junto a Ryan Gosling, y Shutter Island, la última de Martin Scorsese.