La 57ª edición del Festival de Cine de San Sebastián cerró anoche sus puertas hasta el próximo año. Ha sido, sin duda, una de las ocasiones en que más estrellas internacionales han disfrutado de las bondades de Donosti. Brad Pitt y sus 'Malditos bastardos' desataban la locura al comienzo del festival. Pues bien, la encargada de poner un punto final igualmente espectacular ha sido la actriz Naomi Watts, que ha venido a presentar su último filme, Madre e hijo. La actriz australiana trajo un poco del glamour de Hollywood en una noche tan especial. Aunque los grandes protagonistas de la velada fueron los premiados. La Concha de Plata al Mejor director fue para Javier Rebollo, que convenció al jurado con su filme La mujer sin piano.
Los protagonistas de la película Yo, también, Lola Dueñas y Pablo Pineda lograron alzarse como los actores más relevantes con sendas Conchas de Plata. Además, en esta ocasión, el intérprete galardonado tenía una circunstancia añadida. Pablo, a sus 35 años es conocido por ser uno de los pocos jóvenes con Síndrome de Down que ha logrado terminar una carrera -además está preparando unas oposiciones. Él no es ni se considera actor profesional. Sin embargo, con su incursión en la gran pantalla ha querido poner voz a todas las personas que padecen su misma minusvalía y a quien nadie escucha.
Pero la noche no acabó ahí, aún quedaba por recoger el premio más deseado que recayó en el director chino Lu Chan, que junto a la actriz Qin Lan, subió al escenario para agradecer la Concha de Oro a la mejor película, una cinta titulada Ciudad de vida y muerte. Testigos de su reconocimiento fueron también el presentador Gonzalo Miró, que causó sensación en la alfombra roja, una espectacular Pilar López de Ayala -que lució uno de los bolsos más llamativos de esta edición- y los actores Jesús Hornedo -protagonista de la serie 90-60-90 y Jesús Bonilla -uno de los personajes más simpático de Los Serrano.