Después de pasar una parte del verano en Los Ángeles, donde residen los dos hijos que tiene en común con Nicole Kidman, Isabella y Connor, Tom Cruise ya está de vuelta en Australia. Allí le esperaban su mujer Katie Holmes y su hija pequeña Suri, que se instalaron en el país hace algunas semanas cuando Katie comenzó el rodaje de la película Don’t be afraid of the dark.
Durante su estancia en el país, a la pareja no le faltan comodidades: viven en el lujoso hotel Crown Towers y tienen a su disposición un mayordomo y una niñera que atienden sus necesidades las 24 horas del día. Aunque Katie está la mayor parte del tiempo ocupada en el rodaje, aprovecha cada minuto que tiene libre para pasarlo en familia. Tom lleva siempre que tiene ocasión a Suri para que esté con su madre y la niña se siente como pez en el agua entre cámaras y focos.
Pero también existe la diversión fuera del plató y los actores no han desaprovechado la oportunidad para hacer algo de turismo. Seguro que es Tom el que planea al detalle las escapadas en las que conocen los lugares más atractivos del continente mientras Katie se concentra en las instrucciones de su director. Uno de los rincones que se dice han visitado es Kimberley Coast, cerca de Broome, una zona que se ha convertido en uno de los mayores atractivos para el turismo de lujo gracias a su clima tropical. Por sus aguas navegaron los tres en el lujoso yate que les dejó el hombre de negocios, Tim Roberts, valorado en 30 millones de dólares (más de 21 millones de euros).