Seis meses después de presentarles en exclusiva en la revista ¡HOLA! tras su nacimiento, Angelina Jolie y Brad Pitt han mostrado por primera vez en público a sus hijos más pequeños: los mellizos Knox Leon y Vivienne Marcheline. Ha ocurrido a su llegada al aeropuerto internacional de Narita, en Japón, donde Brad presentará la película El curioso caso de Benjamin Button. Los actores, a quienes vimos por última vez el pasado fin de semana durante la gala de los premios SAG en Los Ángeles, retomaron esta semana su papel preferido: el de padres.
La pareja más admirada de Hollywood ha vivido unos intensos últimos meses promocionando sus últimos trabajos, por los que ambos optarán a un Oscar el próximo 22 de febrero. Brad por la película citada anteriormente y Angelina por El intercambio. Además, ninguno de los dos se ha perdido hasta ahora la temporada de premios y han asistido juntos a la gala de los Globo de Oro, a la de la Unión de Actores y a la de la Crítica de Los Ángeles. Demasiado tiempo lejos de casa. Quizá por eso, y ahora que tocaba viajar a Japón después de haber estado en Berlín y París, los actores han decidido llevarse con ellos a todos sus hijos.
A pesar de un largo vuelo de once horas, Angelina y Brad bajaron del avión sonrientes y encantados de estar en familia, ocultando sus ojos con gafas oscuras. En esta ocasión, sin embargo, sus hijos mayores han cedido el protagonismo a los pequeños. Angelina llevaba en una mochila portabebés a Vivienne, que a sus siete meses es la viva imagen de Shiloh cuando ésta tenía su edad. Al igual que ella y que Knox, posee unos despiertos ojos azules y unos morritos como los de su bella mamá. Su hermano mellizo iba en brazos de Brad y vestido de gris como él y con una gorra del mismo estilo. Maddox y Shiloh, de la mano de su madre y ella con un muñeco en la otra, Zahara de la de su padre y Pax caminando junto a él iban vestidos con abrigos oscuros para protegerse del frío.
Acostumbrados a hacer las maletas
Este nuevo viaje de la familia Pitt Jolie no es algo extraño en su ritmo de vida. De hecho, la propia Angelina reconocía recientemente que "los niños están acostumbrados a hacer las maletas". "Les gusta hacerlo, es como un juego en nuestra casa", ha confesado la actriz. "Puede resultar difícil tratar de encontrar veinte minutos para cerrar los ojos si llevas levantado desde las cuatro de la mañana, pero nunca tenemos que ajustarnos. Cambiamos su horario de colegio a las cuatro de la tarde si hace falta".
El próximo viaje lo harán, según se dice, a una mansión valorada en 43 millones de euros que han alquilado en el estado de Sassafras, en Long Island. Será allí donde los ocho se alojen mientras la actriz ruede su próxima película, Salt, en Nueva York a partir del mes de marzo. La residencia, incluida en una lista de las casas más caras de Norteamérica elaborada por la revista Forbes, cuenta con 25 habitaciones, entre ellas ocho dormitorios y doce cuartos de baño, piscina, dos helipuertos, un muelle privado, gimnasio, servicio de peluquería, ascensor y un refugio subterráneo para usar en caso de emergencia.