Elizabeth Hurley está en Madrid, pero no en calidad de actriz o modelo, sino como diseñadora de moda. La modelo y actriz británica, espléndida a sus 42 años, ha presentado su nueva colección de trajes de baño para la firma española Mango, que saldrá a la venta a partir del 15 de mayo. Hurley, con amplia experiencia en este campo, ya que desde hace tres años tiene su propia línea de ropa de playa Elizabeth Hurley Beach, nos contó su nueva aventura empresarial en nuestro país en la terraza y junto a la piscina de unos de los hoteles más exclusivos de la capital. Vestida con un traje fucsia de la firma, la modelo es un claro ejemplo de una mujer trabajadora, aunque siempre pendiente de su familia, su marido, Arun Nayar, con quien ya ha cumplido un año de matrimonio, y su hijo, Damian, de seis años, nacido de su relación con Steve Bing.
Bienvenida a España. ¿cómo ha sido trabajar para la firma española?
Valentino me presentó hace tiempo al señor Isak Andik, dueño de Mango, en una gala en Roma. Entonces me comentó que le había gustado muchísimo mi línea de baño 'Elizabeth Hurley Beach' y me preguntó que me parecía la idea de diseñar una línea tambien para Mango. La verdad es que me encantó la idea y estoy feliz con el resultado.
¿En que te has basado para hacer la colección?
La verdad es que ha sido todo un desafío hacer una colección tan pequeña porque la mía es inmensa. Tuve que centrarme mucho en la idea de buscar estilos para que cualquier mujer pudiera encontrarse a gusto a la hora de bajar a la playa.
¿Cómo es la colección?
Hay de todo tipo, mini bikinis para las mujeres que les encanta su cuerpo, tops con aros o sin aros, trikinis y bañadores. De todos, el bañador blanco es mi favorito. Es realmente precioso.
¿Te resulta fácil compaginar cine, publicidad, anuncios?
Es muy difícil compaginarlo todo. Para cualquier madre trabajadora, de cualquier país, es duro. Si, porque a veces hay que hacer juegos malabares para llegar a tiempo a todo.
¿Cómo lo haces?
Mi hijo y mi familia son lo primero, mi prioridad absoluta. Como cualquier familia con niños pequeños -Damian tiene seis años-, nos levantamos a la 6 de la mañana. Las mañanas son bastante normalitas, nos levantamos, nos vestimos, desayunamos y yo suelo llevarle al colegio. Cuando vuelvo a casa me pongo a trabajar hasta las 3 que suelo ir a recoger al niño del cole y me paso toda la tarde con él. Cuando le acuesto, aprovecho para seguir trabajando hasta las 11.
En la campaña luces cuerpazo. ¿Cómo lo consigues?
Eso también es difícil. Cuando se es adolescente o jovencita puedes comer o que quieras, te acuestas a la hora que quieras, no tienes que hacer ningún esfuerzo, no tienes que hacer ejercicio, pero eso ya no vuelve a pasar. Después de las Navidades y el verano me pongo a dieta. Tengo que hacer ejercicio, cuidar un poco lo que como, intento acostarme no muy tarde, no hacer excesos con el alcohol, beber agua... Es difícil, hay que reconocerlo. Mi medio de vida está relacionado con esto y hago un esfuerzo importante.
Con una vida tan ocupada, ¿tienes pensado darle un hermanito a Damien?
No estaría mal, Arun mi marido es un padre maravilloso para mi hijo y la verdad es que estamos muy bien como estamos. Ya somos realmente una familia numerosa, tenemos perros, gatos, gansos, vacas, ovejas, pero si viene otro no estaría nada mal.
¿Cuáles son tus prioridades?
Evidentemente la familia es mi prioridad numero uno. Segundo hacer trabajos que me resulten interesantes. Llevo 22 años trabajando y para dejar a mi hijo en casa tiene que ser porque sea un viaje que me interese mucho.
Carrera como actriz está un poquito aparcada. ¿Tiene pensado hacer alguna película?
Después de tener a mi hijo decidí que bastaba ya de viajar de un lado para otro, de estar fuera de casa dos o tres meses. Ahora hago proyectos cortos, estoy rodando algo en nuestra granja que me permite quedarme en casa. Cositas cortas si, porque normalmente los actores nunca están en casa, están de hotel en hotel, viajando...
¿Cómo habéis celebrado vuestro primer aniversario de bodas?
Al final decidimos quedarnos en Londres. Y nos fuimos a un hotelito maravilloso, donde nos soliamos hospedar al principio de conocernos. Solos los dos, fue una noche muy romántica y muy íntima.