Después de casi un mes separados, esta mañana se ha producido el esperado reencuentro entre padre e hijos. Guy Ritchie y sus hijos, Rocco y David, vuelven a estar juntos desde que se conociera la noticia de la separación de Madonna y Guy Ritchie el pasado 15 de octubre. Al aeropuerto londinense de Gatwick, el conocido cineasta fue a recoger a Rocco, de ocho años, y a David Banda, de tres, que regresaban a casa después de haber acompañado a su madre durante su gira Sticky and Sweet por el continente americano.
El mayor de sus hijos nada más ver a su padre grito un efusivo "dad!" y se fundió en un emotivo y cariñoso abrazo después de tanto tiempo sin verse. El menor iba en brazos de su progenitor, que se mostró feliz de volver a estar con sus hijos. "Estaban muy sonrientes. Guy literalmente tiró el cafe para abrazar a su hijos. Estaban emocionados de volver a reencontrarse", comentó un testigo del aeropuerto. Al parecer Ritchie podrá permanecer una semana con ellos en su hogar de Londres.
Durante su ausencia, Guy ha estado inmerso en el rodaje de su película Sherlock Holmes junto a Robert Downey Jr, y Jude Law. Desgraciadamente los niños estarán en el centro de la batalla legal de sus padres. La pareja ha tenido sólo un hijo durante su matrimonio, Rocco, de ocho años, que nació en Estados Unidos, y David, de tres años, que adoptaron en Malawi en 2006. Por su parte, la cantante tiene otra hija Lourdes, cuyo padre vive en Nueva York. A raíz de su separación y tras casi ocho años en Inglaterra, Madonna ha anunciado la intención de irse vivir a Estados Unidos. Sin embargo, el tema es más complicado de lo que parece, ya que la cantante no podrá llevarse a sus hijos a vivir con ella permanentemente en Estados Unidos a menos que Ritchie dé su consentimiento. El director de cine ya ha contratado a una abogada especialista en divorcios, Helen Ward, que trabaja día y noche en el caso y que debatirá esta cuestión, entre muchas otras, como la de recibir parte de la fortuna conyugal -estimada en 300 millones de libras (380 millones de euros)-. Por su parte, la cantante cuenta con los servicios de Fiona Shackleton, el abogado que representó a Paul McCartney en su divorcio de Heather Mills. Un proceso de divorcio que no ha hecho más que empezar y se prevé arduo y complicado.