Penélope Cruz, en los próximos meses no es sino Lupe Sino, el amor con mayúsculas de "Manolete", un papel apasionado para el que Penélope Cruz ha trabajado a conciencia. Y lleva así cuatro semanas, recorriendo junto a Adrien Brody ¿quién si no él y su físico inconfundible podían poner en pie las últimas horas del matador? muchos puntos de nuestra geografía en busca de los mejores emplazamientos. Y fue en Alcoy donde Lupe Sino tuvo que desperezarse y despertar a la mujer que la interpreta, Penélope Cruz.
Por una buena causa. Matthew McConaughey estaba allí. El actor estadounidense repite escena: visitar a su novia mientras ella rueda en España. El año pasado la quiso ver con el «atrezzo » especial creado por Pedro Almodóvar para su «Volver ». Ahora, discreto, llega hasta Alcoy para acompañar a su novia en un rodaje muy especial: las desventuras del mítico matador en sus últimas horas, rodadas por un director holandés, Menno Meyjes, y protagonizadas por Adrien Brody. Durante el trabajo del equipo, Matthew McConaughey esperó paciente... y curioso, porque se le vio intercambiar pareceres con Espartaco, el torero que asesora a Brody en las escenas de plaza.
Sin embargo, por la noche, Penélope Cruz (que quiso esconderse de los curiosos «enfundándose» una gorra que ocultaba en parte su rostro) y su novio optaron por una cena romántica en un restaurante italiano próximo al hotel alicantino donde se aloja nuestra actriz más internacional. Durante la cena y el paseo posterior hubo gestos cómplices, manos enlazadas y abrazos largos, lo que confirma, de nuevo, que aquellas alarmas que saltaron en la ceremonia de entrega de los Globos de Oro y que apuntaban a tiempos de crisis no eran más que un falso canto de sirenas. Porque siguen juntos. Y se buscan en los huecos que les permiten sus agendas para disfrutar de su relación.