Tal vez eres fiel a tu clásico blush, ese que aplicas y retocas con un toque de brocha. Pero hay ocasiones en las que te atreves a probar otras texturas que, al final, ¡te conquistan! El colorete en crema -o en formato líquido-, que cada vez tienen más firmas, es una de esas apuestas que, además, puede ayudarte a ahorrar tiempo.Una curiosidad: la famosa gurú del maquillaje Bobbi Brown reconoce que se inspiró para crear el que incluyó en su gama de productos en su abuela que siempre utilizaba su barra de labios en las mejillas, en vez de colorete.
Y es que se puede aplicar casi sin mirar, y sin necesidad de brocha ni espejo. Basta con ser parca a la hora de extender el producto (¡solo una gota!) y elegir marcas de calidad. Los dedos van a ser tus mejores aliados a la hora de aplicar el blush en crema.
- Coge una pequeña cantidad en la yema de los dedos y con movimientos circulares, aplica el colorete sobre el punto de mayor volumen.
- A continuación, difumina bien hacia la sien, no olvides que el objetivo del colorete en crema es conseguir un efecto de rubor natural.
- No te limites a los pómulos: para un toque de frescor, nada como una leve insinuación de color en el centro de la frente, el puente de la nariz y la punta de la barbilla.
- Un truco: Los maquilladores expertos tienen sus trucos para sacar partido a este producto, que da un aspecto fresco y saludable, y permanece inalterable durante todo el día. Para ello sonríe y aplica el grueso del producto en la parte del pómulo más sobresaliente, seguidamente difumínalo hacia todas las direcciones con pequeños golpecitos, siempre de un modo circular para las caras angulosas o bien de modo ascendente, en dirección a las sienes para los rostros más redondeados.