Una melena con volumen es el principal anhelo de las mujeres de pelo fino y frágil. Un tipo de cabello que puede deberse a problemas internos (estrés, fatiga, alimentación o envejecimiento) y/o externos, como pueden ser la contaminación, el sol, el tabaco, el alcohol... Si tú también estás en ese grupo, vamos a intentar ayudarte con unos sencillos consejos.
- Elegir el corte adecuado. Si se quiere solucionar el problema, hay que empezar por elegir un buen corte. Conviene evitar el pelo demasiado largo, puesto que sólo le daría peso y parecería aún más lacio. Es mejor optar por un corte a capas, que lo aligere, y cuyo largo no pase de la línea de la mandíbula. En el caso de que el cabello sea escaso, pero fuerte, puedes optar por una permanente muy, muy suave, y aplicada no para rizar y crear bucles, sino para levantar las raíces y dar cuerpo.
- Dar en el clavo con los productos. Los productos también pueden ayudar, sobre todo los champús voluminizadores específicos para cabello fino. Estas fórmulas eliminan todo tipo de residuos tales como restos de laca, gomina y demás, lo que ayuda a eliminar cualquier "exceso de peso", y contribuyen a darle más cuerpo. Si necesitas usar acondicionador, hazlo sólo en las puntas, evitando la raíz, y eligiendo aquellos ideados para tu tipo de pelo, aclarando siempre con abundante agua y a conciencia, para que no queden restos de producto.
- Ayuda con el secador. Puede convertirse en un buen aliado. Seguro que has visto hacer este truco en todos los salones de peluquería: con el cabello aún húmedo, vuelca la cabeza hacia delante para así poder secarlo, literalmente, a "contrapelo", levantando la raíz y separándola del cuero cabelludo para darle más cuerpo, amasando a la vez la raíz con los dedos. Si además usas un producto volumizador conseguirás mantener este efecto más tiempo. Evita los productos que pesen, como los sérums de silicona o los reparadores de punta, que lo dejarán más lacio y caído. Para un extra de duración, vuelve a poner la cabeza hacia abajo y aplica laca suave en las raíces. Otro sistema clásico y muy eficaz para dar volumen son los rulos grandes, así como el brushing con cepillos redondos de gran diámetro, trabajando siempre la raíz para levantarla.