¿Tienes el pelo graso? No estás sola. Son muchas las personas que ven cómo su cabello se ensucia con facilidad y no luce con el brillo que les gustaría. Por eso, vamos a intentar resumirte algunas claves para que intentes que tu cabello esté radiante siempre.
Lavarlo a diario, ¿sí o no?
Todos los especialistas están de acuerdo en esta cuestión: el pelo graso debe lavarse con la frecuencia necesaria. El mal llamado "efecto rebote", por el que el cabello produce presuntamente más grasa cuanto más se lava, no existe.
El cuero cabelludo no es más que una prolongación de la piel del cuerpo, exceptuando el hecho de que posee más glándulas sebáceas y que cuenta con la existencia de folículos pilosos. Esto crea un microclima húmedo y cálido en la superficie cutánea que favorece la aparición de trastornos como la caspa o la seborrea, que hacen que la higiene sea especialmente necesaria. Dejar que la grasa se acumule en el cuero cabelludo sólo sirve para ahogar y asfixiar el folículo y agravar o potenciar problemas capilares.
El error más común es lavar el pelo graso con champús demasiado agresivos y frecuencia excesiva. A más lavados, más suave el champú. Cuando se usan productos antigrasa a diario, el manto hidrolipídico de la piel no tiene tiempo para recuperarse, lo que puede desembocar en irritaciones o descamaciones.
Si deseas espaciar el tiempo entre lavado y lavado, recurre a fórmulas para cabello graso, que controlan y reducen la producción de sebo. Mientras, si te gusta lavarte el cabello a diario, usa productos suaves, de pH neutro, que no alteren el equilibrio del cuero cabelludo.
Trucos exclusivos para pelo graso
-La permanente es un proceso químico que altera la estructura interna del cabello, lo que lo deshidrata. Sin embargo, en el caso de los cabellos grasos puede resultar de gran ayuda, especialmente cuando se realiza sólo en las raíces. Al levantar el pelo de la raíz, éste tarda más tiempo en ensuciarse.
-Los tintes pueden contribuir a controlar el exceso de grasa al hacer que el cabello se vuelva más poroso y, por tanto, acepte mejor esa sobreproducción de sebo natural. Sin embargo, esta fórmula no es un remedio mágico: si se usan productos demasiado agresivos, puede provocarse un problema de raíces grasas y puntas secas y dañadas.
-Hay que reducir el uso de productos de fijación al mínimo. Geles, lacas y gominas contribuyen a ensuciar el cabello.
-Secar el pelo con la cabeza hacia abajo ayuda a levantar la raíz y, por tanto, separarla del cuero cabelludo, evitando que se ensucie antes de tiempo.
-No conviene llevarse las manos al pelo constantemente. Opta por cortes y peinados que mantengan el cabello alejado del rostro de forma natural o bien recurre a recogidos que impidan que lo manipules constantemente.
¿Hay forma de controlar el pelo graso?
La producción de las glándulas sebáceas está regulada por un complejo sistema hormonal y genético que no se puede cambiar en su origen. Es decir: a quien le haya tocado tener la piel y el pelo grasos, deberá hacerse a la idea de que no podrá evitarlo de raíz. Es casi imposible cambiar el problema desde su origen, pero afortunadamente es fácil controlar las consecuencias extremando la higiene.