Son uno de los tratamientos más demandados de muchas peluquerías. Las mechas son uno de los recursos de muchas mujeres –y de un buen número de famosas- para dar otro aire a su melena sin la necesidad de recurrir a un cambio de color más radical. Además de dar más luz al cabello, las mechas más claras que el tono natural del pelo, distribuidas por la melena, pueden ayudar a dar más volumen visual a nuestro pelo, y para ello son más eficaces aquellas muy finitas.
¿En qué tonos?
Los reflejos rubios, sólo uno o dos tonos más claros que el color natural, dan un aspecto más dulce y suave, mientras que los castaños muy oscuros o el negro endurecen ligeramente las facciones, si bien proporcionan un aspecto muy atrevido.
Mechas bicolor
Las mechas en dos tonos (uno más claro y otro más oscuro) son una técnica muy útil para aumentar el efecto de volumen del cabello y darle un aspecto más vivo y animado. Son muy recomendables tras las vacaciones pues, con el sol, el pelo se aclara considerablemente, un efecto que, si bien puede ser muy favorecedor en verano, con la piel ligeramente bronceada, resulta algo excesivo en los meses más fríos. Además, las mechas bicolor ayudan a aliviar un poco el aspecto apagado que a veces dejan los tintes. Para evitar que, a base de retocarlas, el pelo se aclare en exceso, el peluquero debe tenerlo en cuenta para que, a la vez que introduce los nuevos “rayitos”, le dé también algunas mechas más oscuras, del color natural del cabello.
¿Te atreves a hacerlas tú?
Pero no son patrimonio exclusivo de los centros de belleza, sino que cada vez son más las personas que se animan a realizárselas en casa. Tardaron en llegar al mercado, pero los kits de mechas para coloración en casa han venido para quedarse. ¿Cómo sacarles partido sin causar auténticos destrozos?
- No deben usarse para transformarse en rubia, sino sólo para dar luz al pelo. Es decir, las mechas deben ser apenas uno o dos tonos más claras que el color del pelo.
- Si las mechas se hacen sobre pelo mojado, deben tomarse mechones finísimos, ya que la humedad engaña, y el resultado puede no ser el deseado.
- Los reflejos no se hacen sobre toda la cabeza, sino allí donde el sol aclara el pelo de forma natural, es decir, alrededor de la cara y en la coronilla.
- Pide consejo para acertar con el resultado: la ayuda de una buena amiga puede ser la mejor aliada para conseguir un efecto más natural.
- Cuanto más oscuro sea el cabello, más pigmento rojo tiene. Por tanto, al aclararlo, puede acabar virando a naranja. De ahí la importancia de no bajar más de dos tonos, ¡tres como mucho!