El paso del tiempo no tiene que significar una renuncia a estar guapa. Todo lo contrario. Sólo hay que conocer una serie de trucos para sacar partido al maquillaje cuando la piel ya comienza a notar las huellas del paso de la edad. Y si no, piensa en mujeres de bandera como Sophia Loren, Helen Mirren o Marisa Paredes, que siguen radiantes.
La clave
Para estar guapa en la madurez es usar el maquillaje con sabiduría. En el caso de las pieles de más de 50 años el ‘enemigo’ más frecuente a batir suelen ser las arruguitas que con el paso del tiempo aparecen en el rostro. Con el fin de disimularlas y de conseguir un aspecto inmejorable y natural, he aquí una serie de pistas que seguro te resultarán muy prácticas.
- Sobre la tez, nada como una base de maquillaje fluida, para conseguir un aspecto fresco, y del mismo tono que la piel o incluso más claro: los colores oscuros avejentan. Por el contrario, trata de evitar las bases muy espesas que, en lugar de disimular, acentúan aún más las arrugas de la piel. Lo mismo puede decirse de las texturas de maquillaje compactas, elaboradas con una mezcla de crema y polvos. Así, los polvos deberán ser sueltos y siempre transparentes.
- Es importante difuminar muy bien los trazos, evitando las líneas muy marcadas, eligiendo colores suaves y evitando los tonos muy duros, tales como el negro, que puede sustituirse por el castaño profundo o por el gris acero.
- Hoy en día muchas de las bases de maquillaje cuentan con su versión ‘antiedad’, ideal para las pieles más maduras.
- Contrariamente a lo que mucha gente piensa, el brillo facial no hace que la mujer madura parezca más joven. Los reflejos que provocan los brillos acentúan las sombras que crean las arrugas. Para evitarlo, aunque decidas no maquillarte, no olvides aplicar un toque de polvos sueltos al rostro antes de salir de casa.
- Mejor mantenerse alejada del maquillaje de ojos estridente y cargado, y darle más atención a las mejillas. El colorete es fundamental. No obstante, deberás evitar éste último en las sienes y párpados, ya que delata las arruguitas de los ojos.
- El delineador de cejas es un gran aliado: es fundamental definirlas bien, dibujar su forma.
- La máscara es mejor aplicarla sólo en las pestañas superiores. Abre la mirada y la hace más viva.