Cierto es que parece más un instrumento de tortura que un aliado indispensable de la belleza de tu mirada. Pero cuando te familiarizas con él ¡no puede faltar en tu neceser! El rizador de pestañas es un básico para cualquier maquillador profesional y, si has tenido la suerte de ponerte en sus manos en alguna ocasión, seguro que ha recurrido a él cuando ha maquillado tus ojos. El resultado, no se puede dudar, es espectacular. Basta con mirar una pestaña sin rizar con una que ya lo está. La mirada parece otra, se agranda, y las pestañas cobran una longitud y una forma envidiables. Vamos a darte unos pequeños consejos para que le saques partido si ya lo usas o para que te decidas a incorporarlo a tu rutina de maquillaje.
- Para una 'mirada XXL', el rizapestañas se convierte en aliado imprescindible: si se usa antes de aplicar la máscara (hacerlo después aumenta el riesgo de quebrar las pestañas) abre la mirada al instante y le da más fuerza.
- ¡Ojo! El rizapestañas puede debilitarlas o romperlas si se hace un mal uso. Por eso, es aconsejable aplicar de vez en cuando una base nutritiva y transparente por las noches y, sobre todo, asegurarse de que las gomas no presenten roturas para no romper las pestañas.
- Recuerda que a la larga, y sobre todo si tienes las pestañas débiles o muy finas, puede debilitarlas por lo que deberás utilizarlo con moderación, sólo cuando quieras conseguir unas pestañas de cine por un motivo especial.
- Si usas máscaras de color, usar rizapestañas te ayudará a curvarlas y hará que resalte más el color.
- Si tienes las pestañas oscuras puedes renunciar a la máscara y sustituirla sólo por un toque rizapestañas, que da un aspecto animado a la mirada en sólo unos segundos.
- Como te decíamos, hay que usarlo antes de la máscara, nunca después, pues se romperían con mucha facilidad. Por eso, las pestañas deben perfectamente desmaquilladas.
- Abre el rizador y, con los ojos abiertos, coloca tus pestañas superiores entre los dos extremos del mismo, intentando colocar el rizador lo más cerca posible del párpado, ¡pero sin pillarte! Una vez que tengas las pestañas colocadas, aprieta el rizador. Conviene presionar el rizador de pestañas desde la base y esperar unos 5 segundos (luego puedes ir ampliando el tiempo, a medida que coges práctica).
- Úsalo con cuidado para no hacerte daño (en realidad es muy difícil que suceda), y procura no partir ni perder ninguna pestañita por el camino. Por eso, al tomar el rizador hay que hacerlo firmemente, para no tirar de él y arrancarnos algunas pestañas.
- El tiempo en que las pestañas duran rizadas depende de la calidad del pelo: cuanto más fuerte y tieso, más resistencia prestarán a ser domadas. Por esa razón, tendrás que retocar el trabajo con el rizapestañas regularmente si quieres que se mantengan rizadas.
¿Sueles usar rizapestañas cuando te maquillas?