Pese a que los días de sol elevan nuestro ánimo y le vienen bien a nuestro cuerpo, hay partes que salen peor paradas, por ejemplo, el pelo, una de las zonas más afectadas por sus radiaciones. Los únicos que pueden beneficiarse de las condiciones veraniegas son los cabellos grasos, que se vuelven algo más ligeros y brillantes. A pesar de esto cualquiera que sea el tipo de cabello necesita después del verano un tratamiento suave que normalice sus funciones.
¿Por qué se resiente tras el verano?
Los rayos ultravioleta, unidos al salitre y el cloro, modifican la estructura de la fibra capilar y alteran la keratina. Como consecuencia, el cabello se deshidrata, se fragiliza y se abre en las puntas. Además, si llevas algún tipo de coloración, seguro que has notado cambios en tu tono habitual.
Ante este panorama, el cabello necesita recuperarse del verano y ponerse a punto de cara a la nueva temporada.
La peluquería, primera visita
Lo más recomendable sería pasar por la peluquería para darle un repaso al corte, especialmente en las castigadas puntas, y también al color, para compensar el aclarado de tono que produce la exposición solar.
Elegir los productos adecuados
Otra de las medidas de urgencia para devolver la vitalidad al cabello castigado son los productos de tratamiento, que ayudan a reparar las agresiones sufridas y protegen frente al frío y viento del otoño. El uso de mascarillas nutrientes ayuda a recuperar la flexibilidad y el brillo del pelo, así como la utilización de acondicionadores y champús hidratantes que cuidan el cabello durante el lavado. También los concentrados para reparar las puntas castigadas pueden ser muy útiles en esta época, especialmente, si no se desea cortar la melena.
¿Sueles pasar por la peluquería a la vuelta de las vacaciones?