No sólo la piel tiene sed en verano y necesita cuidados extra en esta época del año. También el cabello reclama nuestros mimos para contrarrestar los efectos negativos de los agentes externos, como el sol o el agua del mar y de las piscinas. Cierto es que en verano puede darnos más pereza utilizarlas, pero las mascarillas intensivas pueden ser una buena solución y el resultado merece el pequeño esfuerzo: aportan a nuestro cabello una hidratación y un cuidado extra y logran que el pelo mantenga el grado de humedad correcto.
Mejoran la textura y la suavidad del cabello incluso en los muy secos y castigados y, además, protegen nuestro cabello de futuros daños. La frecuencia de uso depende del estado de salud del cabello, pero se recomienda empezar el tratamiento utilizándola de dos a tres veces por semana y, posteriormente, una vez a la semana. Según Rafael Artero, shampunier de Pantene, para aplicarla de forma correcta, hay que seguir estos pasos:
- Aclare el champú a fondo y retire el exceso de agua con una toalla.
- Ponga un poco de mascarilla en su mano según la cantidad de producto que necesite.
- Extienda la mascarilla entre las manos, haga un masaje suave con las yemas de los dedos (debe repartirse en todo el cabello) y deje que actúe durante, al menos, tres minutos.
- De nuevo, aclare con abundante agua hasta eliminar totalmente el producto del cabello.