Lo mayor dificultad que entraña el eye liner, cuyo objetivo es agrandar y realzar los ojos, es conseguir un trazo regular. El secreto se concentra en dos puntos: un buen aplicador o pincel y un pulso firme. El eye liner viene generalmente provisto de un aplicador en pincel (de pelo corto y fino, para una mayor precisión) o de gomaespuma, más rígido y sencillo de controlar, aunque este último hace más difícil conseguir un delineado ultrafino.
Muy práctico: trucos para sacarle partido
Para mejorar su pulso, apoya siempre los codos en una superficie rígida, como una mesa, y comenzando en el lagrimal, extiende el trazo hacia el ángulo exterior del ojo sin exagerar demasiado el llamado "rabillo". Este gesto, que tan atractivo puede parecer en fotos de moda, resulta algo exagerado en la práctica real.
Los expertos de Chanel tienen un truco muy especial: sitúa el espejo sobre una mesa, siéntate ante ella y pon los codos a cada lado del espejo, inclinando la cabeza sobre el mismo para así ver los párpados. De esta forma, te resultará muchísimo más fácil conseguir una línea precisa.