colores de labios muy jugosos, frescos como una fruta. Se multiplican las barras que ofrecen mucho, mucho brillo, y sólo una insinuación de color, una tendencia que encuentra cada vez más seguidoras no sólo entre las más jóvenes, sino también entre las mujeres más maduras, conscientes de que los colores suaves, poco intensos, resultan más favorecedores que aquellos demasiado marcados.
El secreto de estos labiales pasa por usar una base muy emoliente, compuesta por ceras y siliconas muy ligeras que proporcionan muchísimo brillo, reflejando la luz en todas direcciones, lo que contribuye a dar un aspecto más voluminoso a los labios. A esta base se añaden los pigmentos de color, pero en una concentración menor que en las barras satinadas y cremosas tradicionales. El resultado es un velo sutil de color sobre los labios de aspecto muy fresco, que permite jugar con tonos oscuros, como el rojo carmín o el púrpura profunda, pero de forma segura, sin que el resultado sea exagerado.