Los masajes corporales de aplican desde tiempos ancestrales. Y es que sus bondades no son pocas: son magníficos para la piel, la circulación sanguínea y linfática, los músculos y tendones, los sistemas respiratorio y nervioso, e incluso, ayudan a mejorar el estado de ánimo. Hoy en día las posibilidades en este terreno son muy diversas y cada una de ellas está especialmente indicada para cada caso. ¿Con qué masaje se queda usted?
Do in, el automasaje
¿Qué es?: un automasaje japonés con técnicas similares al shiatsu.
Consiste en: realizar ejercicios concentrados en la cabeza y el cuello, acompaños de respiración, estiramientos, golpes suaves y presión en determinados puntos.
Notará: que mejoran tus problemas óseos y musculares, la ansiedad, el insomnio, el estrés, la hipertensión y los trastornos digestivos.
Taurumi, tradición polinesia
¿Qué es?: un masaje integral de cuerpo y cara que equilibra la energía, activa la circulación y aporta relax. Se realiza tradicionalmente a los bebés al nacer.
Consiste en: realizar fricciones con Flor de Tahití macerada, durante una hora, por todos los músculos del cuerpo, en un ambiente relajante.
Notará: que la circulación mejora y las tensiones desaparecen.
Drenaje linfático, contra los edemas
¿Qué es?: un masaje que activa la circulación linfática subcutánea y mejora la circulación de retorno.
Consiste en: masajear todo el cuerpo suavemente siguiendo el sentido de la circulación linfática.
Notará: que mejoran los edemas patológicos o constitucionales.
Shiatsu, gana flexibilidad
¿Qué es?: un masaje terapéutico de origen japonés que significa presión con los dedos (shi= dedo, atsu= presión).
¿Cómo de realiza?: se presionan con los pulgares y la palma de la mano determinados puntos del cuerpo.
Conseguirá: aliviar el dolor, mejorar la circulación sanguínea y linfática y flexibilizar el sistema muscular.