El problema de la mayoría de las dietas es que son repetitivas.
Las dietas que hemos sacado de internet, que nos ha dejado una amiga o las que son autodidactas, suelen caer en este exterminador de comida sana llamado rutina. El pollo, el arroz, las ensaladas y algunas verduras parecen suficiente para comer de forma saludable, pero nada más lejos de la realidad, una dieta repetitiva es una dieta poco sana.
Cuando el cuerpo se cansa de comer siempre lo mismo es por algo, precisamente porque necesita una variedad de alimentos que no estás incluyendo.

Los nutricionistas profesionales tienen una cantidad interminable de recetas, acumuladas durante sus estudios y el ejercicio de su profesión. Por ello, entre otras cosas, te prepararán exactamente le plan que necesitas, evitando la falta de variedad y su carencias.
Otro de los motivos por los que se abandonan las dietas es por la falta de seguimiento. Si somos autodidactas o recurrimos a las dietas de prestado, no vamos a llevar un control externo, que por un lado nos controle de que la evolución es adecuada y por otro lado nos sintamos con la obligación de rendir cuentas, de someternos a un examen cada poco tiempo.
Y el último motivo por el que se abandonan las dietas, es porque, salvo que sea hecha por un nutricionista, cuando empezamos una dieta, ya lo hacemos con una cierta duda acerca de la dieta en sí, y es como que la ponemos a prueba. Y a los pocos días vemos que no es tan milagrosa como decían.
Por todo ello, si te tomas tu cuerpo y tu salud en serio, y tienes que adelgazar, ponte en manos de un nutricionista, es la única manera de afrontar tu dieta con variedad, control, certeza.